Debutó en el año 2006 con la camiseta de River, siendo Daniel Passarella el entrenador de ese entonces. El "Kaiser" tenía debilidad por este delantero veloz y dinámico que estuvo tres años compartiendo vestuario con grandes figuras, entre ellas el mismísimo Marcelo Gallardo. Sin embargo, se fue del "Millonario" de muy mala forma y logró triunfar en el fútbol europeo. Hoy, alejado del deporte porque se retiró muy joven (27 años), es líder de una banda de rock tras haberle ganado a la depresión.
Juan Antonio es el protagonista en cuestión. Sencillo, sabiendo el privilegio que tuvo de jugar en uno de los clubes más grandes de Argentina y en el continente europeo, dialogó en exclusiva con El Destape para presentar su banda Francia 98 y su deseo de poder llegar a tocar en el mundial de Qatar 2022.
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"Yo dejo el fútbol en una situación dentro de todo aceptable mentalmente. Yo sabía que no era fácil, porque dejar una profesión es complicado en cualquier ámbito y a cualquier edad. Mi sostén en ese momento era mi familia y mi próximo trabajo que yo imaginaba que iba a ser la música. Entonces, sabía que tenía de dónde agarrarme. El tema es que cuando pasás de una profesión a otra, parece fácil pero no lo es. Ahí se agudizó un sentir extraño en mí, no sabía lo que pasaba y tuve una profunda depresión. Fue un momento muy duro que me tocó vivir cuando dejé el fútbol en los primeros dos años", recordó Juan Antonio.
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Juan Antonio y el chamán: una historia inesperada que terminó plasmada en una canción
- ¿Es cierto que saliste de la depresión con la ayuda de un chamán?
- Sí. En esa situación angustiante para mí, complicada, yo tenía que buscar la manera para salir adelante y dedicarme a la música. Tenía pocos momentos de lucidez, la pasé muy mal. Un amigo me recomendó ir a ver un chamán en Córdoba. Es un tipo que te ayuda a hacer el viaje más liviano y saca todos los pesos de la mochila. Yo no soy un tipo escéptico, pero nunca había vivido una experiencia como la que me tocó vivir. Fue un antes y un después haber conocido al Chamán. Voy a Córdoba, me encuentro con un hombre de barba blanca que me estaba esperando, me da un abrazo y me invita a mí y a mis compañeros de banda (que me fueron a bancar en ese viaje) a que pasemos un fin de semana con su familia.
- ¿Cómo fue esa experiencia?
- Viven una vida que es alejada de la ciudad, entre el aire puro, la alimentación sana, el cuidado por la vida, por el cuerpo. Ví un tipo que a través de técnicas chamánicas logró acercarse a mí y yo logré acercarme a su hábitat de una manera muy natural. Yo empecé a sentirme bien, a hacer procesos de catarsis a través de la palabra. Yendo varias veces, pude como encontrar un poco lo que es la paz, la tranquilidad en mí. Pude dejar el pasado atrás, hasta hoy en día, como una primera instancia, para dedicarme a la música. Hoy, la parte bonita de la historia es que pude unir el pasado a mi vida. Pude traer a ese jugador que fui, con mucho amor.
- Y también te ayudó a enfocarte en tu otra pasión: la música.
- Yo le conté al chamán que quería armar una banda, y él fue partícipe de esto. Él nos ayudó con una primera banda que tuve, y después cuando esa banda caducó armé Francia 98. Esta es la banda que más me representa hoy en día. Es un lugar de anclaje en el que puedo unir todos los puentes. Tal es así el amor que quedó hacia este tipo, que le escribí una canción que se llama "El Chamán".
Juan Antonio y cómo es tenerlo a Marcelo Gallardo como compañero
- Tuviste a Gallardo como compañero en el plantel, ¿ya se notaba su pasta de entrenador?
-Al Muñeco lo tuve de compañero tres años, aproximadamente, en River (NdeR: Juan Antonio estuvo en Núñez desde 2006 a 2010). Yo jugando poco, pero siempre estando ahí en el vestuario, viendo cómo se comportaba él y los demás que eran referentes para mí. El tipo muy serio, muy ganador, le pegaba a la pelota como un animal. Ví también en él que le hablaba muy bien a los pibes. Siempre tuvo mirada más allá de lo que era la Primera, ayudó mucho a los de la Reserva como jugador. Se vinculaba mucho con la parte humana también, y no sólo con el fútbol. Eso es muy importante.
- ¿Pudiste tener alguna charla frente a frente con él, siendo vos juvenil y él un referente?
- No, siempre fui muy tímido. El tipo era muy sensato, un chabón muy tranquilo para hablar, siempre me gustó su manera de ser. Muy educado, un tipo culto. Está bueno que haya personajes así en el fútbol, porque tiene maneras de dirigirse hacia los compañeros y hacia todos que enseñan. Se convierten en maestros muy rápidos, y los teníamos a él en el vestuario, al Burrito. Para los pibes es glorioso porque es gente que jugó mundiales, vivió en muchos países. Están acostumbrados a sentarse en la mesa del rico y del pobre. Eso se nota y nos ayudó mucho.
River, Juan Antonio y el "me fui muy mal del club"
- No tuviste mucha continuidad en River, ¿pero cómo evaluás tu paso ahí?
- Fue una experiencia de vida muy importante para mí, tanto lo bueno como lo malo. Pude debutar en un club muy grande, en donde la exposición es abismal. Es un club que tiene mucha historia. Compartí vesutario con grosos. La mala es que me fui muy mal del club, no me tuvieron en cuenta, no me cuidaron como persona. Uno primero es persona, y me quedo con la parte linda porque es con lo que elijo quedarme. El fútbol tiene mucha competencia, y la cancha es la única herramienta que tiene el fútbolista para defenderse. A mí me tocó jugar poco, por diversos motivos, pero fue importante para mí. Fue un salto hacia lo que fue el post River para poder ejercer mi vocación y encontrar definitivamente mi oficio de futbolista en el fútbol europeo.