Científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) reveló que la Tierra se está ralentizando, por lo que los días están aumentando gradualmente su duración. De acuerdo a la advertencia de los expertos, podría alcanzar las 25 horas y se generarían cambios significativos para la vida en nuestro planeta.
Este proceso se debe a la fricción producida por las mareas, pes la Luna ejerce una fuerza de atracción sobre los océanos que crea una protuberancia en la superficie del agua. Esta elevación se mueve a medida que la Tierra gira, lo que disminuye la velocidad de rotación del planeta.
Los científicos señalaron que si el ritmo de ralentización se mantiene constante, en los próximos 200 millones de años, un día terrestre duraría 25 horas. Aunque aclararon que se debe tener en cuenta que la velocidad del proceso podría variar con el tiempo.
Fue así que el equipo del TUM desarrollaron un láser anular para medir la rotación de la Tierra con mayor precisión. Este dispositivo está ubicado en el Observatorio Geodésico de Wettzell en Alemania, posee un conjunto de espejos para identificar cambios en la velocidad de rotación y estas alteraciones se manifiestan mediante las fluctuaciones de frecuencia entre dos haces láser.
A través de esta técnica, los investigadores buscan determinar que nuestro planeta está experimentando una desaceleración a una tasa aproximada de 2 milisegundos por siglo. No obstante, este fenómeno no es nuevo, ya que ocurrió hace 1400 millones de años: un día duraba 18 horas y 41 minutos.
Además, los científicos remarcaron que si los días duraran 25 horas, habría algunas implicaciones determinantes para la vida en nuestro planeta. Por ejemplo, el ciclo de las mareas cambiaría, por lo que se observaría un aumento en la amplitud de las mareas, tanto en su punto más alto como en el más bajo. También cambiaría el clima porque la rotación es fundamental para la configuración de la circulación atmosférica y oceánica y los días serían más largos, lo que afectaría nuestro reloj biológico.
Qué es el Reloj del Juicio Final y por qué estamos más cerca que nunca del Apocalipsis
El Boletín de los Científicos Atómicos adelantó su simbólico Reloj del Día del Juicio Final este año a 90 segundos de la medianoche, en su evaluación de lo cerca que estamos del apocalipsis. El reloj está ahora a minuto y medio de la medianoche, lo más cerca que ha estado nunca de una catástrofe mundial. En los últimos años se había mantenido a 100 segundos.
Se trata de una publicación académica dirigida al público en general dedicada a temas relacionados con la supervivencia y el desarrollo de la humanidad, frente a las amenazas de las armas nucleares, armas de destrucción masiva, el cambio climático, las tecnologías emergentes y enfermedades. De periodicidad bimensual, fue publicado por primera vez en 1945, como 'Bulletin of the Atomic Scientists of Chicago', al ser fundada por miembros del Proyecto Manhattan tras los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki.
El informe de 2023 remarcó que la guerra de Rusia contra Ucrania ha planteado "profundos interrogantes" sobre cómo interactúan los Estados, erosionando las normas de conducta internacional que sustentan respuestas exitosas a una variedad de riesgos globales. "Y lo peor de todo, las amenazas poco veladas de Rusia de utilizar armas nucleares recuerdan al mundo que la escalada del conflicto -por accidente, intención o error de cálculo- es un riesgo terrible. La posibilidad de que el conflicto se descontrole sigue siendo alta", concluye en un comunicado.
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La guerra provocó los emplazamientos de los reactores nucleares de Chernóbil y Zaporizhzhia, violando los protocolos internacionales y arriesgándose a una liberación generalizada de materiales radiactivos. Hasta el momento de la publicación, los esfuerzos del Organismo Internacional de Energía Atómica para proteger estas centrales habían sido rechazados.
Mientras prosigue la guerra de Rusia contra Ucrania, peligra el último tratado sobre armas nucleares entre Rusia y Estados Unidos, el Nuevo START. A menos que las dos partes reanuden las negociaciones y encuentren una base para nuevas reducciones, el tratado expirará en febrero de 2026. Esto eliminaría las inspecciones mutuas, profundizaría la desconfianza, espolearía una carrera armamentística nuclear y aumentaría la posibilidad de un intercambio nuclear, resalta el nuevo informe.
Los efectos de la guerra no se limitan a un aumento del peligro nuclear; también socavan los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático. Los países que dependen del petróleo y el gas rusos trataron de diversificar sus suministros y proveedores, lo que dio lugar a un aumento de la inversión en gas natural precisamente cuando dicha inversión debería haber disminuido.
En el contexto de una guerra caliente y con las amenazas nucleares como telón de fondo, el informe sostiene que "la continua corriente de desinformación sobre laboratorios de armas biológicas en Ucrania hace temer que la propia Rusia esté pensando en desplegar este tipo de armas, que muchos expertos creen que sigue desarrollando".
La invasión rusa de Ucrania aumentó el riesgo de uso de armas nucleares, gravó el espectro del uso de armas biológicas y químicas, obstaculizó la respuesta mundial al cambio climático y entorpeció los esfuerzos internacionales para hacer frente a otros problemas mundiales. La invasión y anexión de territorio ucraniano también violaron las normas internacionales de forma que pueden envalentonar a otros a emprender acciones que desafíen los acuerdos previos y amenacen la estabilidad.
Para superar este conflicto, el informe defiende que como mínimo, Estados Unidos debe mantener abierta la puerta a un compromiso de principios con Moscú que reduzca el peligroso aumento del riesgo nuclear que la guerra ha fomentado. "Un elemento de la reducción del riesgo podría consistir en contactos sostenidos y de alto nivel entre militares estadounidenses y rusos para reducir la probabilidad de un error de cálculo. El gobierno estadounidense, sus aliados de la OTAN y Ucrania disponen de multitud de canales de diálogo; todos ellos deberían explorarse. Encontrar un camino hacia unas negociaciones de paz serias podría contribuir en gran medida a reducir el riesgo de escalada. En esta época de peligro mundial sin precedentes, se requiere una acción concertada, y cada segundo cuenta", subraya el informe.