El rey Carlos se convirtió en monarca del Reino Unido y de otros 14 reinos a la muerte de su madre, la reina Isabel, en septiembre, pero en mayo será coronado en una ceremonia llena de pompa, boato y solemne significado religioso.
¿Por qué será coronado y qué significa?
HISTORIA
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Durante casi 1.000 años, los reyes y reinas de Inglaterra y Gran Bretaña han sido coronados en la abadía londinense de Westminster, en una ceremonia que apenas ha cambiado.
Ha habido 38 monarcas coronados en la abadía, con la excepción de Eduardo V, uno de los dos jóvenes príncipes que se cree fueron asesinados en la Torre de Londres en el siglo XV, y Eduardo VIII, que abdicó para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.
ÚNICO EN SU TIPO
La coronación no es imprescindible y ninguna otra monarquía del mundo celebra un acto del mismo estilo.
"La forma de la ceremonia que veremos cuando Carlos III sea coronado es única en este país y única en su supervivencia", dijo la historiadora real Alice Hunt.
La organiza el conde Mariscal, el par de mayor rango de Inglaterra que se encarga de las ocasiones de Estado y que durante siglos ha sido un cargo ocupado principalmente por el Duque de Norfolk y la familia Howard.
En la actualidad, es tarea de Edward Fitzalan-Howard, actual Duque de Norfolk, quien también organizó el funeral de la Reina Isabel.
¿POR QUÉ SE HACE?
Originalmente, una coronación era una necesidad para un monarca, pero ahora es un acto ceremonial.
"En este país, la coronación sigue siendo un momento que legitima al monarca de forma pública", explica Hunt.
"También ha conservado siempre en su esencia una especie de momento religioso de transformación. Aunque el monarca lo es desde el momento en que muere su predecesor, el texto de la ceremonia de coronación, desde que se fijó en el siglo XIV, ha seguido articulando la idea de que el rey o la reina cambian de alguna manera durante esa ceremonia"
¿QUÉ PASA?
El servicio de coronación es una ocasión solemne, religiosa y llena de simbolismo. Carlos jurará que defenderá la ley y la Iglesia de Inglaterra.
Sentado en la histórica Silla de la Coronación, conocida como del rey Eduardo y que contiene la Piedra del Destino, será ungido por el arzobispo de Canterbury, el líder espiritual de la comunidad anglicana, con un óleo consagrado en Jerusalén.
Es el punto central de la ceremonia y señala la concesión de la gracia de Dios al soberano.
"En una ceremonia religiosa es muy fácil dejarse llevar por las palabras", dijo Hunt. "Pero hay que escuchar lo que se dice en torno a lo que ocurre en el momento de la unción. Eso es realmente único y muy poderoso, y tiene una larga, larga historia".
A Carlos también se le entregarán varias orbes de oro, cetros, espadas y un anillo, que forman parte de las joyas de la Corona y simbolizan el poder, la autoridad y los deberes del monarca, así como el poder de Dios.
A continuación, el arzobispo colocará sobre su cabeza la pesada corona de San Eduardo, usada en las coronaciones desde hace 350 años. Carlos no será el único ungido, su esposa Camilla también pasará por una ceremonia más sencilla, una minicoronación como reina.
Carlos saldrá de la abadía con una corona diferente, la corona Imperial de Estado.
Con información de Reuters