La reina Isabel de Inglaterra, que ha estado sufriendo algunos problemas de movilidad, no asistirá la semana que viene al servicio anual del Santo Rosario, en el que la monarca suele distribuir monedas a los jubilados en una antigua tradición previa a la Semana Santa.
Isabel, que cumplirá 96 años a finales de este mes, estará representada por su hijo y heredero, el príncipe Carlos, y su esposa Camilla, en el servicio del jueves en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor.
Una fuente de palacio dijo que la reina no podía comprometerse a asistir y que no quería que su ausencia ensombreciera la ocasión y que los asistentes lo supieran con antelación.
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La monarca se ha visto obligada a reducir sus compromisos desde que en octubre fue hospitalizada durante una noche por una enfermedad no especificada, y luego sus médicos le indicaron que guardara reposo.
El mes pasado hizo su primera aparición pública en meses en un servicio conmemorativo de su difunto marido, el Príncipe Felipe, donde utilizó un bastón, tras bromear en un compromiso en febrero que no podía moverse mucho.
Sin embargo, ha seguido desempeñando sus funciones habituales de forma virtual, realizando dos audiencias con embajadores extranjeros por videoconferencia el jueves.
Con información de Reuters