A dos meses de cumplir 120 años, Deolira Gliceria Pedro da Silva, bisabuela del estado brasileño de Río de Janeiro, se apresura a ser reconocida como la persona viva más anciana del mundo por Guinness World Records.
La institución cuenta actualmente con otra brasileña, Inah Canabarro Lucas, monja del sureño estado de Rio Grande do Sul, como la persona viva más anciana, con 116 años, pero la familia y los médicos de Deolira confían en que pronto le arrebatará el título a la religiosa.
"Todavía no está en el libro, pero es la más anciana del mundo según los documentos que tenemos sobre ella, como descubrí hace poco", dijo la nieta de Deolira, Doroteia Ferreira da Silva, que tiene la mitad de su edad.
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Los documentos muestran que Pedro da Silva nació el 10 de marzo de 1905 en la zona rural de Porciuncula, un pequeño pueblo del estado de Río. Ahora vive en una casa pintada de colores en Itaperuna, donde sus dos nietas Doroteia, de 60 años, y Leida Ferreira da Silva, de 64, cuidan de ella.
La abuela también es supervisada por médicos e investigadores que se interesan por cómo sobrevivió más de cuatro décadas a la esperanza media de vida en Brasil, que actualmente es de 76,4 años.
"La señora Deolira, en 2025, tendrá 120 años. Se encuentra en un buen estado general de salud para su condición, no está tomando ninguna medicación", dijo el médico geriatra Juair de Abreu Pereira, que controla a Pedro da Silva con frecuencia y está ayudando a su familia en el proceso con Guinness World Records.
En un comunicado, Guinness dijo que no podía confirmar la recepción de la solicitud de Pedro da Silva, porque recibe muchas de personas de todo el mundo que pretenden ser la persona viva de más edad.
Las grandes inundaciones que asolaron la región hace casi veinte años destruyeron la mayor parte de los documentos originales de Deolira, según su médico. Esto puede dificultar el reconocimiento oficial de su edad.
Aunque su edad no sea precisa, Pedro da Silva tiene sin duda más de 100 años, según Mateus Vidigal, investigador de la Universidad de São Paulo que ha estudiado su caso en el marco de un proyecto para conocer a la población superanciana de Brasil.
"La señora Deolira no ha sido excluida del estudio, pero existe esa fragilidad que es la falta de documentación que esté aprobada por esas organizaciones", dijo Vidigal, refiriéndose a instituciones de verificación como el Guinness World Records.
La dieta sana y los hábitos de sueño de Pedro Silva son la clave de su longevidad, según el Dr. Pereira. Al día de hoy, mantiene una buena interacción con su familia y le gusta comer plátanos.
"Ojalá pudiera llegar a su edad y ser así", afirma Ferreira da Silva, su nieta. "Mientras nosotros tenemos hipertensión y diabetes, ella no tiene nada de eso".
Con información de Reuters
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