La llegada del otoño, momento y estación ideal para quedarse en casa, cuidarse y comer sabroso, puede ser la opción ideal para incursionar en la gastronomía. Por esto, acercamos una receta deliciosa para que los grandes hagan y cocinen con los más chicos: gallletitas de jengibre. Son ricas, económicas y fáciles de hacer. El paso a paso para que queden perfectas. Un clásico -muy popular en la épocas festivas- que no falla.
Receta de galletitas de jengibre
Ingredientes (para un frasco grande de galletitas)
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125 gramos. de manteca (para pomar)
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125 gramos. de azúcar
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Un huevo
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Dos cucharadas. de miel
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Cuatro cucharaditas. de jengibre fresco rallado (y sino: 2 cditas. de jengibre en polvo)
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Una cucharadita. de canela en polvo
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Una pizca de sal
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1/2 cucharadita. de nuez moscada
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200 gramos. de harina común
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200 gramos. de harina leudante
Paso a paso para lograr unas galletitas de jengibre perfectas
Primero, mezclar en un bowl la manteca bien blanda con el azúcar hasta lograr una pasta. Para lograr una manteca más blanda, se la puede poner durante unos segundos en el microondas. A continuación, agregar el huevo y batir hasta incorporar totalmente. Puede hacerse con batidora o a mano, con batidor de varillas.
Incorporar la nuez moscada, el jengibre, la canela y la sal a la preparación. Mezclarlo bien. Por último, agregar la harina y la miel, poco a poco, y uniendo despacio hasta formar una masa. Con la masa hecha, envolverla en papel film y llevarla a la heladera por media hora como mínimo (es recomendable más tiempo).
Aplastar con palo de amasar hasta que quede más o menos de 5 milímetros y cortar con cortapastas de la forma que quieras (estrellas, muñequitos, arbolitos, animales, corazones, etc) Colocar las galletitas en una fuente apta para horno. Poner un poquito de harina y manteca (esto evitará que se peguen a la fuente las galletitas y sea más fácil sacarlas).
Hornearlas en horno moderado precalentado unos 10 minutos o hasta que veas las galletas de jengibre apenas doradas por arriba. Cabe destacar que esto será posible una vez que la parte media y baja de las galletitas estén doradas, cocidas. Por último, y con las galletas de jengibre fuera del horno, se pueden decorar con glaseados, granas o confites. Se pueden comer frías o a temperatura ambiente, pero lo ideal es comerlas calentitas, con un té o una rica infusión.