Buscar formas refrescantes de disfrutar las tardes siempre es una prioridad, pero más en los días calurosos de verano. En ese sentido, entre las opciones más populares y sabrosas para compartir con amigos o familia, la sangría se posiciona como una bebida emblemática.
Este trago, que combina el vino tinto con frutas frescas y un toque dulce, es perfecto para acompañar cualquier reunión. En este artículo, te vamos a mostrar cómo preparar la receta perfecta de sangría y algunos consejos para que te quede insuperable.
Cómo hacer sangría: la receta perfecta
Para deleitar a tus invitados con una sangría tradicional y refrescante, te compartimos esta receta que será la estrella de tu próximo encuentro. Esta preparación está pensada para 8 personas, ideal para una reunión familiar o con amigos.
Ingredientes para una sangría
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1 litro de vino tinto.
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2 duraznos.
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2 naranjas.
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1 limón.
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2 bananas.
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1 manzana.
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60gr de azúcar.
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330ml de jugo de naranja.
Sangría: la receta paso a paso
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Comenzá por preparar un almíbar disolviendo el azúcar en 75 ml de agua caliente; esto facilitará su integración en el vino.
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En un recipiente grande, combiná el vino con el almíbar y añadí el jugo de naranja, mezclando bien.
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Pelá las frutas y cortalas en pedazos pequeños para promover una mejor maceración, excepto una naranja que cortarás en gajos o medias rodajas.
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Añadí los trozos de fruta al bol con el vino, incorpora el jugo de un limón y un poco de canela. Dejá reposar entre dos y tres horas para macerar.
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Tras la maceración, vertí la mezcla a una jarra transparente, agregá cubos de hielo y, si lo deseás, decorá con una larga peladura de naranja.
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En el momento de servir, podés agregar un toque efervescente con gaseosa de naranja o de limón, pero añadilo justo antes de servir para mantener su gas.
Consejos para hacer una sangría perfecta
La sangría, con su característico color que recuerda a la sangre, debe su nombre precisamente a este detalle. Aunque existen variantes como la sangría blanca o la de cava, la clásica sigue siendo la favorita de muchos. Preparar una buena jarra de sangría no solo es cuestión de mezclar ingredientes; elegir el vino adecuado y el tipo de frutas, así como el tiempo de maceración, son detalles cruciales para lograr el balance perfecto entre sabor, frescura y dulzura.
Al prepararla, el vino tinto es esencial. Elegí uno que sea de tu agrado, sin necesidad de que sea de alta gama, pero evitá los vinos de baja calidad. La elección de la fruta también es clave; optá por frutas de verano frescas, evitando conservas o frutas en almíbar. El durazno es un ingrediente no negociable en una sangría tradicional, aunque podés añadir otras frutas a tu gusto.
La maceración de la fruta es un paso crítico para infundir el vino con los sabores y aromas de las frutas. Sin embargo, es importante no excederse para evitar la fermentación de la fruta. Lo ideal es preparar la sangría con dos horas de antelación y mantenerla refrigerada para servirla fría sin necesidad de mucho hielo, evitando así que se diluya.
Por último, para evitar la acumulación de azúcar en el fondo, considerá hacer un almíbar como base para tu sangría. Siempre es útil servir la sangría con una cuchara dentro de la jarra, no solo para evitar que caiga la fruta, sino también para revolver de vez en cuando.