Día de la papa frita 2021: receta para hacerlas ricas y caseras

Crujientes por fuera y cremosas por dentro; así son las papas fritas definitivas. En el Día mundial de la papa frita traemos la receta para lograr papas perfectas, freídas en dos tiempos y en dos temperaturas diferentes.

Cómo hacer las mejores papas fritas

Ingredientes (para 4 personas)

• 3 Papas

• 1 Litro de Aceite de girasol

• Sal al gusto

Receta

Para preparar las papas fritas, pelar las papas y cortarlas en rodajas de 1 cm de grosor aproximadamente. Cortar cada rodaja en varitas de 1 cm de ancho y unos 5 de largo y continuar con todas las rodajas hasta que ya estén las papas listas para la siguiente fase. Una vez picada, dejarlas en remojo (15 minutos) en un plato hondo. Así se evita que se pongan marrones como consecuencia de la oxidación, y además, se elimina parte del almidón que tienen las papas, evitando así que al freírse se peguen unas a otras.

Aunque siempre es mejor dejar las papas un poco sosas y añadir la sal al final cuando ya están fritas y crujientes, espolvorear ligeramente las patatas tras su remojo con un poco de sal fina. Tras mezclar bien removiendo las patatas con las manos, procedemos a freírlas con la técnica que indicaremos a continuación. Una vez fritas, probar una papa y espolvorer más o menos cantidad de sal en función de cómo nos hayan quedado. Normalmente será suficiente con añadir un pellizco sobre las papas terminadas.

Primera Fritura

Para la primera fritura usar aceite de oliva virgen extra, que mejora el sabor de las papas fritas, frente a los otros aceites que efectivamente consiguen una buena fritura pero sin aportar sabor. Para freír bien las papas hacen falta dos sartenes, una para la primera parte del proceso en la que se freirán las varitas a 140º durante unos 7 u 8 minutos, y otra para la segunda fase, en la que se dorarán y dejarán crujientes las papas friéndolas a 190º durante unos cinco minutos más.

El choque de temperatura, al meter las papas en la segunda sartén, hace que, además de crujientes, queden algo cuarteadas en su exterior, lo que incrementa la sensación de crujiente. Por dentro, siguen estando blanditas, como confitadas, gracias a su paso por la primera sartén.