El aceite de orégano es un extracto derivado de las hojas y flores de la planta del orégano, muy popular por sus propiedades medicinales. Es utilizado desde los tiempos de los egipcios por sus componentes activos, como el carvacrol y el timol, que tienen propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes. Además, puede usarse tanto vía tópica como oral.
¿Para qué sirve el aceite de orégano?
- Puede combatir bacterias y hongos. Se utiliza para tratar infecciones respiratorias, infecciones por hongos como la candidiasis, y algunas infecciones de la piel.
- También es usado para prevenir resfriados y gripes debido a su capacidad de estimular las defensas del organismo.
- Puede ayudar a reducir inflamaciones y dolores, como los asociados a la artritis o a problemas musculares.
- Es capaz de aliviar problemas digestivos, como hinchazón o indigestión, ya que favorece la producción de bilis y puede combatir bacterias dañinas en el intestino.
- Protege las células del daño causado por los radicales libres, lo que puede ayudar en la prevención del envejecimiento prematuro y ciertas enfermedades crónicas.
¿Cómo se usa el aceite de orégano?
Este extracto se puede consumir diluido en agua o en una cápsula. Es muy importante diluirlo bien, ya que el aceite de orégano es fuerte y puede irritar las mucosas si se consume puro. También puede aplicarse sobre la piel para tratar infecciones cutáneas, hongos o picaduras de insectos. Siempre se recomienda diluirlo con un aceite portador, como el aceite de oliva o de coco, para evitar irritaciones.
Receta fácil y rápida para hacer aceite de orégano
Hacer aceite de orégano en casa es sencillo y te permitirá disfrutar de sus beneficios de forma natural.
Ingredientes
- Una taza de orégano. Debe estar varios meses secado con poca luz y sin manipular.
- Una taza de aceite de oliva o aceite de coco (podés usar otro aceite portador).
- Un frasco de vidrio.
Paso a paso, cómo preparar aceite de orégano
- Deshojá y triturá con un mazo de madera las hojas de orégano hasta moler todo.
- Colocalas en un frasco de vidrio limpio y volcá el aceite de oliva o el aceite portador elegido sobre ellas, asegurándote de que queden completamente cubiertas.
- Poné el frasco en una olla con agua caliente a baño maría, a fuego muy bajo, durante media hora. Esto ayudará a liberar los aceites esenciales del orégano.
- Dejá el frasco sellado en un lugar cálido, pero no a la luz directa del sol, durante una a dos semanas para que el aceite absorba bien las propiedades del orégano. Podés agitarlo ocasionalmente para ayudar al proceso.
- Después de este tiempo, colá el aceite utilizando una gasa o colador fino para retirar las hojas y flores.
- Guardá el aceite en un frasco de vidrio oscuro, en un lugar fresco y seco. El aceite puede durar hasta 6 meses.