Las tortas fritas son una delicia clásica, ideal para acompañar con mate, té o café en días de lluvia o simplemente como antojo en cualquier momento del año. Aunque la versión más tradicional lleva grasa, a continuación te presentamos una receta fácil y liviana para que disfrutes de este manjar sin remordimientos.
Ingredientes
- 2 tazas de harina (puedes usar harina integral para una opción más saludable)
- 1/2 taza de agua tibia
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- Edulcorante al gusto (opcional)
Pasos para la preparación
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Mezclá los ingredientes secos: En un bol grande, combiná la harina, la sal y el polvo de hornear. Si deseás añadir un toque dulce a tus tortas fritas, podés incorporar un poco de edulcorante en este momento.
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Agregá el agua: Vertí el agua tibia lentamente sobre los ingredientes secos mientras mezclas con una cuchara de madera o con tus manos. Amasá hasta obtener una masa homogénea y suave. Si la masa está muy pegajosa, podés agregar un poco más de harina; si está demasiado seca, añade un poco más de agua.
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Dejá reposar la masa: Cubrí la masa con un paño de cocina y dejala reposar durante aproximadamente 30 minutos. Esto permitirá que la masa se hidrate adecuadamente y sea más fácil de manejar.
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Formá las tortas fritas: Dividí la masa en porciones del tamaño de una pelota de golf. Luego, estirá cada porción con un rodillo hasta formar discos de aproximadamente 5 mm de espesor. Podés hacer un pequeño corte en el centro de cada disco para que se cocinen de manera uniforme.
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Cociná sin grasa: Precalentá una sartén antiadherente a fuego medio-alto. Una vez caliente, colocá las tortas fritas una por una, dejándolas cocinar por aproximadamente 2-3 minutos de cada lado o hasta que estén doradas y crujientes.
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Serví y disfrutá: Una vez cocidas, retirá las tortas fritas de la sartén y colocalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de humedad. Servilas calientes, acompañadas de mate o tu bebida favorita.
Consejos para el éxito
- Controlá la temperatura del agua: Asegúrate de que el agua que agregues a la masa esté tibia pero no caliente, para facilitar la integración de los ingredientes sin alterar la textura final de las tortas fritas.
- No amases en exceso: Una vez que hayas incorporado todos los ingredientes y obtenido una masa homogénea, evita amasarla en exceso. Esto podría activar demasiado el gluten de la harina y hacer que las tortas fritas resulten más duras en lugar de suaves y esponjosas.
- Mantené la sartén caliente: Para lograr un dorado uniforme y una textura crujiente, es importante que la sartén esté bien caliente antes de colocar las tortas fritas. Además, asegurate de no sobrecargar la sartén para que las tortas se cocinen de manera adecuada.
- Probá variantes de acompañamiento: Aunque las tortas fritas son deliciosas por sí solas, también podés experimentar con diferentes acompañamientos. Probá servirlas con miel, dulce de leche o mermelada para agregar un toque extra de sabor y dulzura.