La polenta es uno de los platos más populares del país y su aceptación se mantiene vigente en todas las casas. Una de las claves para disfrutar esta receta de cocina como corresponde es lograr que salga espesa y cremosa, lo que le proporciona una textura increíblemente delicada y tentadora. De manera sencilla y fácil, se puede lograr la cremosidad tan deseada combinada con un sabor y aroma exquisitos.
Ingredientes para una polenta cremosa
Para preparar una polenta cremosa, se necesitan los siguientes ingredientes:
- 3 tazas de leche
- 2 tazas de caldo
- 1 taza de polenta
- 250 g de queso cremoso
Para la salsa:
- 1 cebolla
- 1/2 pimiento rojo
- 1 diente de ajo
- 1/4 kg de carne molida/picada
- Tomate triturado o puré de tomate
- 1/2 vaso de vino
- Condimentos: sal, pimienta, ají triturado, pimentón y laurel
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Cómo hacer polenta cremosa paso a paso
Paso 1: Preparar la salsa
El primer paso es preparar la salsa que acompañará la polenta. Para ello, se debe picar la cebolla, el pimiento y el diente de ajo. Luego, se rehoga todo con un poco de aceite en una sartén a fuego medio. Cuando la cebolla esté transparente, se añade la carne molida o picada y se condimenta con sal. Se revuelve bien para que la carne se cocine de manera uniforme.
Paso 2: Cocinar la carne y agregar el tomate
Una vez que la carne esté bien cocida, se agrega el tomate triturado o puré de tomate, junto con el pimentón, la pimienta, una hoja seca de laurel, ají triturado y el medio vaso de vino. Se mezcla todo y se deja cocinar a fuego lento para que los sabores se integren y la salsa adquiera una consistencia espesa y sabrosa.
Paso 3: Preparar la mezcla de líquidos
En otro recipiente, se comienza a preparar la polenta. Se colocan las 3 tazas de leche y las 2 tazas de caldo en una olla grande. Es importante calentar estos líquidos a fuego medio hasta que estén a punto de hervir. Este es uno de los secretos para lograr una polenta cremosa: la mezcla de leche y caldo le da una textura rica y un sabor delicioso.
Paso 4: Añadir la polenta en forma de lluvia
Cuando la mezcla de leche y caldo esté caliente, se añade la polenta en forma de lluvia, mientras se revuelve constantemente para evitar que se formen grumos. Es crucial no dejar de mezclar en este paso, ya que la polenta empieza a espesar rápidamente. Continuar removiendo hasta que la polenta tenga una consistencia homogénea.
Paso 5: Incorporar el queso cremoso
El último paso para lograr una polenta cremosa es añadir cubitos de queso cremoso a la mezcla mientras se sigue revolviendo. Este es otro de los secretos que aporta cremosidad a la polenta. Se deja hervir la mezcla un minuto más, o unos minutos adicionales si se desea una consistencia más espesa, asegurándose de que el queso se derrita completamente e integre bien con la polenta.