El pan es una parte prácticamente fundamental en la dieta diaria de los argentinos. Ya sea para hacer tostadas para el desayuno o la merienda, algún sandwich para almorzar o cenar, o solamente mojarlo en la salsa de alguna pasta, en prácticamente todos los barrios se puede conseguir rico pan, pero también siempre es una buena opción prepararlo en casa. Por eso te compartimos una receta especial y muy sencilla para que puedas hacer tu propio pan, inclusive si no tenés levadura en tu casa.
No es extraño que cuando hacemos alguna comida especial podamos llegar a olvidarnos de comprar algo muy importante: el pan. También puede suceder que vayas a la panadería y lo que quede no sea lo mejor. Para no sufrir este problema y que tu preparación sea perfecta, te contamos cómo hacer un delicioso pan sin levadura. Un dato importante a tener en cuenta es que si bien el resultado de esta receta da un pan esponjoso, el mismo endurece rápidamente por lo que recomendamos consumirlo en el día.
Receta de pan sin levadura
Ingredientes
- 300 g de Harina
- 1 cucharada de Bicarbonato
- 1 cucharadita de Sal
- 1 cucharadita de Azúcar blanco
- 4 cucharadas de Aceite de oliva virgen extra
- 60 ml de Agua tibia
- 60 ml de Leche
Paso a paso
Lo primero que hay que hacer es precalentar el horno a 190° o 200°, es decir a temperatura alta. Mientras el horno va tomando calor, recomendamos tamizar la harina y el bicarbonato, y luego volcarlos en un cuenco grande. A esto hay que agregarle el azúcar, la sal y el aceite de oliva extra virgen.
A continuación, habrá que ir incorporando el agua tibia mezclada con la leche y mezclar todo hasta que quede una masa homogénea y moldeable. Darle forma de bollo redondo, o varios más pequeños, y luego colocarlos en una bandeja con un papel. Hacer una cruz profunda con un cuchillo en la superficie.
Introducir la preparación en el horno precalentado a 200° centígrados y dejarlo entre 20 y 25 minutos. El pan estará listo cuando introduzcas un palito o cuchillo y este salga limpio. Cuando esto suceda, dejalo enfriar antes de cortarlo para consumir. Otra forma de saber si el pan está listo es golpearlo contra la fuente: si suena hueco, ya está para comer. Recordá que endurece bastante rápido y es recomendable comerlo en el mismo día.