El mundo de la panadería y repostería siempre está en constante evolución, con nuevas recetas y tendencias que van y vienen. Gracias a las redes sociales, una receta que ha estado causando sensación últimamente es la del pan montaña rusa. Esta creación, originaria de Brasil, se volvió viral en las redes sociales gracias a su forma peculiar y su facilidad de preparación. A continuación, el paso a paso para lograr el mejor pan montaña rusa.
Descubriendo el pan montaña rusa
El pan montaña rusa es una variante única que se destaca por su forma ondulada, que recuerda a las subidas y bajadas de una montaña rusa en un parque de diversiones. Esta receta cobró popularidad rápidamente en todo el mundo debido a su originalidad y a que es apta para celíacos, ya que no contiene gluten. Con pocos ingredientes y un proceso sencillo, es una opción perfecta para quienes buscan experimentar en la cocina.
Ingredientes para hacer pan montaña rusa
- 3 huevos.
- 180 cc de aceite.
- 120 cc de leche.
- 180 g de fécula de mandioca.
- 1/2 cdta de sal.
- Queso magro rallado para colocar por encima.
Paso a paso para preparar el pan montaña rusa
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Preparación de la masa: En una licuadora, colocá los huevos, la leche, el aceite, la fécula de mandioca y la sal. Licuá todo hasta obtener una mezcla homogénea y bien integrada.
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Verter en una fuente: Vertí la mezcla en una fuente apta para horno, asegurandote de que esté bien distribuida de manera uniforme.
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Agregar el queso rallado: Espolvoreá queso magro rallado por encima de la mezcla en la fuente. Este paso le dará un toque extra de sabor al pan montaña rusa.
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Horneado: Precalentá el horno a 180ºC y luego horneá el pan durante aproximadamente 20 minutos, o hasta que esté inflado y dorado en la superficie. Una vez listo, retiralo del horno y dejá que se enfríe antes de cortarlo y disfrutarlo.
Cómo acompañar el pan montaña rusa
Este pan es el lienzo perfecto para crear experiencias gastronómicas únicas. Encontrá 5 acompañamientos únicos para esta receta:
- Palta y queso crema: Una combinación clásica que nunca decepciona.
- Hummus de garbanzos y verduras asadas: Para una opción vegetariana llena de sabor y nutrientes.
- Pollo, huevo revuelto y tomate: Una explosión de sabores ideal para un desayuno.
- Jamón, queso y tomates disecados: Un tributo a los sabores mediterráneos en cada bocado.
- Pollo, pesto de Albahaca y tomate fresco: Una combinación fresca y reconfortante para cualquier ocasión.