Para los amantes del café, el verano puede presentar un desafío: ¿cómo disfrutar de esta deliciosa bebida caliente en medio del calor sofocante? La respuesta está en el café frío, una alternativa refrescante y fácil de preparar que te permitirá seguir disfrutando de tu café favorito incluso en los días más calurosos. Con solo 5 pasos sencillos y algunos ingredientes básicos, vas a poder preparar un delicioso café frío en cuestión de minutos. Acá te mostramos cómo hacerlo.
Ingredientes que necesitarás para el café frío
- 100 ml de café.
- 50 ml de leche.
- 2 tazas de hielo.
- Crema a gusto.
- Canela a gusto.
- Batidora.
- Opcionales: helado de vainilla, dulce de leche, cacao amargo.
Paso 1: prepará tu café
Comenzá por preparar tu café favorito. Podés usar café recién hecho o sobrante, ¡ambos funcionan perfectamente! Mezclá el café con azúcar al gusto hasta que se disuelva por completo y dejalo enfriar hasta que esté templado.
Paso 2: mezclá el café con la leche y el hielo
En un recipiente apto para batidora, combiná los 100 ml de café con los 50 ml de leche y las 2 tazas de hielo. Podés ajustar las medidas de café y leche según tu preferencia personal, e incluso optar por café descafeinado si lo preferís.
Paso 3: triturá todo en la batidora
Una vez que tengas todos los ingredientes en el recipiente de la batidora, triturá todo a máxima potencia hasta que obtengas una mezcla homogénea y cremosa. Este paso es crucial para garantizar que el café frío tenga la textura perfecta y esté bien mezclado.
Paso 4: serví y decorá
Vertí el café frío en un vaso grande y añadí una nube de crema montada por encima. Espolvoreá un poco de canela a gusto para darle un toque de sabor adicional. En este punto, tu café frío está listo para ser disfrutado, ¡pero podés llevarlo al siguiente nivel con algunas opciones adicionales!
Paso 5: opciones adicionales
Si querés darle un toque extra a tu café frío, podés agregar algunos ingredientes adicionales. ¿Qué tal una bola de helado de vainilla para convertirlo en un café helado aún más delicioso? O tal vez prefieras añadir un chorrito de dulce de leche repostero para un sabor más dulce y indulgente. ¿O qué tal espolvorear un poco de cacao amargo por encima para un toque de amargor y complejidad? Las posibilidades son infinitas, ¡así que no tengas miedo de experimentar!