La realeza española tiene muchos monarcas que han llegado jóvenes al poder, algunos desde muy niños o incluso desde bebés, y una de ellas fue Isabel II, quien si bien no es la más joven en llegar al trono porque fue superada por Alfonso XIII, es la primera reina de España menor de edad. Se convirtió en monarca antes de cumplir los 3 años y fue líder de la Corona española desde 1833 hasta 1868.
Conocida como “la de los Tristes Destinos”, fue reina de España gracias a la derogación del Reglamento de sucesión de 1713, lo que permitió que la descendencia femenina pudiera sucederle en el trono al Rey tras su fallecimiento, en el caso de que el soberano falleciese sin hijos varones. Ese fue el caso de Isabel II.
Quién fue Isabel II: la reina más joven de España
Isabel II fue hija del rey Fernando VII y de su cuarta esposa, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Su padre había estado casado anteriormente en tres ocasiones, pero ninguna de sus esposas le había dado descendencia que le pudiese suceder. En previsión de una eventual falta de descendencia directa masculina, el 29 de marzo de 1830, el rey Fernando VII, en detrimento de su hermano Carlos María Isidro, promulgó la Pragmática Sanción de 1830 que permitía a su descendencia femenina sucederle tras su fallecimiento, si no tenía hijos varones. El rey sólo tuvo dos hijas, Isabel y su hermana, la infanta Luisa Fernanda, nacida en 1832. Por lo que la corona la asumió Isabel.
Nacida el 10 de octubre de 1830 en el Palacio Real de Madrid, Isabel II ascendió al trono de España recién el 29 de septiembre de 1833 tras la muerte de su padre, sin haber cumplido todavía los tres años de edad, por lo que fue necesario nombrar a su madre regente del reino.
Cómo fue el reinado de Isabel II en España
La madre de Isabel II se hizo cargo de la corona en medio de un fuerte conflicto dinástico por la molestia de su tío, el infante Carlos María Isidro de Borbón, que era hasta entonces primero en la sucesión a la corona y finalmente no logró acceder a ella. Fue tal la contraria de Carlos que este se exilió en el extranjero. La división entre isabelinos y carlistas terminó en la Primera Guerra Carlista, que duró hasta 1840 como la regencia de la madre de Isabel.
Desde el 17 de octubre de 1840 hasta el 23 de julio de 1843, la regencia fue asumida por el general Baldomero Espartero, que finalmente también fue obligado a abandonar el cargo debido al bombardeo de Barcelona de 1842, desde ese día el Gobierno provisional ejerció de facto la regencia hasta que, reunidas de nuevo las Cortes, decidieron adelantar un año la mayoría de edad de la reina, prevista para cuando cumpliera catorce años. Así, el 8 de noviembre de 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad por 193 votos a favor frente a 16 en contra y dos días después, juró la Constitución.
Isabel II reinó durante un período de transición en España en el que la monarquía cedió más poder político al parlamento, durante su reinado se debilitaron las instituciones y hubo mucha corrupción electoral. La reina era fácilmente manipulada por sus ministros y por la "camarilla" religiosa de la corte, además, interfería con frecuencia en la política de la nación (en una ocasión llegó a postularse como presidenta del gobierno), lo que generó descontento para la clase política y dio paso a la Revolución de 1868 y con ella su exilio.
Si bien regresó a España en reiteradas ocasiones tras la Revolución, no se la autorizó a que fijara su residencia definitiva en el país y tampoco a que viviera en Madrid. Finalmente Isabel II falleció en 1904 en París, su lugar de residencia.