La monarquía de los Países Bajos cuenta con una línea de sucesión claramente definida. Tras la abdicación de la reina Beatriz en 2013, el Rey Guillermo ascendió al trono, acompañado por su esposa, Máxima Zorreguieta. Desde ese momento, su hija mayor, Amalia de Países Bajos, se convirtió en la heredera al trono, asegurando la continuidad de la Casa Real.
La sucesión al trono de los Países Bajos
La Constitución neerlandesa establece que el trono solo puede ser ocupado por los descendientes consanguíneos del monarca hasta el tercer grado. En este caso, Amalia de Países Bajos, primogénita del Rey Guillermo y de Máxima Zorreguieta, se encuentra en el primer lugar de la línea de sucesión. Al ser la hija mayor, Amalia ostenta el título de Princesa de Orange, un rango que la coloca como la primera en la lista para suceder a su padre en el trono.
Siguiendo a la princesa Amalia, la línea de sucesión continúa con sus hermanas, las princesas Alexia y Ariane, lo que refuerza la estabilidad de la monarquía en las generaciones venideras. Detrás de las hijas del rey, el siguiente en la sucesión sería el príncipe Constantino, hermano del monarca, y luego sus propios hijos, lo que demuestra el carácter estrictamente familiar de la Casa Real.
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El rol de Amalia de Países Bajos como heredera al trono
Amalia de Países Bajos adquirió el título de heredera directa tras la coronación de su padre en 2013. Desde entonces, fue preparada para asumir responsabilidades reales, aunque no tuvo un papel oficial hasta cumplir la mayoría de edad. Sus padres decidieron que no tendría participación activa en la agenda real hasta que alcanzara los 18 años, una decisión que permitió a Amalia tener una juventud más alejada del foco público, aunque siempre con la mirada atenta de la sociedad neerlandesa y del mundo.
El 8 de diciembre de 2021, un día después de su 18 cumpleaños, Amalia asumió formalmente su lugar en la División Asesora del Consejo de Estado de los Países Bajos, el máximo órgano consultivo del gobierno. Este es un paso clave en su formación como futura reina, ya que le permite comenzar a familiarizarse con las funciones estatales y la política nacional e internacional.
La importancia del título de Princesa de Orange
El título de Princesa de Orange que ostenta Amalia de Países Bajos tiene un profundo significado histórico. Desde el siglo XVI, este título es otorgado al heredero o heredera al trono neerlandés. Amalia es la primera mujer en llevar este título en más de un siglo, lo que subraya la igualdad de género en la línea de sucesión de los Países Bajos. A diferencia de otras monarquías, en la neerlandesa no existe preferencia por los descendientes varones, lo que asegura que Amalia sucederá a su padre sin importar el género de sus posibles futuros hermanos.
Este enfoque en la primogenitura, sin distinción de género, permite a los Países Bajos mantenerse a la vanguardia en términos de igualdad dentro de las casas reales europeas. Este cambio de mentalidad fortalece la figura de Amalia como una futura monarca preparada para liderar en un contexto moderno y diverso.