El príncipe Harry y Meghan Markle son objeto de atención constante desde que decidieron alejarse de la realeza británica. En 2024, la pareja sorprendió al público al anunciar que sus hijos, Archie y Lilibet, ya no llevarían el apellido Mountbatten-Windsor, sino que adoptarían otro. Este cambio generó curiosidad y especulaciones sobre los motivos detrás de esta decisión.
El nacimiento de Archie y su nombre inicial
Cuando nació el primer hijo del príncipe Harry y Meghan Markle en mayo de 2019, la pareja optó por un nombre que combinaba tradición y un toque personal. Así, su primogénito fue llamado Archie Harrison Mountbatten-Windsor. Este apellido, compuesto, es tradicional en los descendientes que no ostentan un título real directo. En ese momento, tanto Harry como Meghan seguían siendo miembros activos de la familia real británica, aunque ya empezaban a surgir tensiones respecto a su rol dentro de la monarquía.
Con el tiempo, la situación de la pareja cambió drásticamente, especialmente después de su decisión de renunciar a sus deberes reales en 2020. A medida que se distanciaban de la Casa Real, sus decisiones familiares, incluyendo el nombre de sus hijos, comenzaron a reflejar su nueva independencia y situación.
La llegada de Lilibet y la transición de la familia Sussex
En junio de 2021, nació la segunda hija de Harry y Meghan, Lilibet Diana. Este nombre fue un tributo directo a la reina Isabel II, cuyo apodo familiar era "Lilibet", y también a la madre del príncipe Harry, la princesa Diana. Al igual que Archie, su apellido fue inicialmente Mountbatten-Windsor. Sin embargo, tras la coronación del rey Carlos III, los niños de Harry y Meghan recibieron nuevos títulos, siendo nombrados príncipe y princesa de Sussex.
Con este cambio en la línea de sucesión y los títulos reales, el apellido Mountbatten-Windsor ya no parecía adecuado para reflejar su nueva posición en la familia real y su conexión con sus padres. Así, en 2024, los duques de Sussex decidieron que Archie y Lilibet adoptaran oficialmente el apellido Sussex, consolidando su identidad familiar bajo este nombre.
¿Por qué decidieron cambiar los nombres de sus hijos?
La decisión de adoptar el apellido Sussex coincide con el hecho de que, en el último año, tanto los niños como Harry y Meghan utilizaron este apellido en sus actividades y proyectos. La adopción oficial de este nombre parece consolidar esta práctica y al mismo tiempo desvincular a la familia de la monarquía, al menos en términos prácticos y mediáticos.
Los nombres de Archie y Lilibet también tiene lugar en un contexto relevante: la coronación de su abuelo, el rey Carlos III. Cuando Carlos ascendió al trono, los hijos de Harry y Meghan pasaron a ocupar un lugar más alto en la línea de sucesión, lo que les otorgó los títulos de príncipe y princesa. Este cambio en su estatus también influyó en la decisión de sus padres de adoptar el apellido Sussex, ya que refuerza la conexión con su herencia real, a pesar de su distancia física y personal de la monarquía.