La familia real británica ha estado bajo el foco de atención de los medios durante generaciones, no solo por su papel institucional, sino también por los detalles personales que revelan su vida privada. Los apodos que los miembros de la realeza británica utilizan entre sí son un reflejo de la cercanía y afecto dentro de su círculo más íntimo. Algunos de estos nombres curiosos han salido a la luz con el paso del tiempo, sorprendiendo por su originalidad y el significado que encierran.
Apodos cariñosos de la reina Isabel II
Uno de los apodos más entrañables y recordados en la familia real es el que el príncipe William le daba a la reina Isabel II durante su infancia. El futuro rey solía llamarla “Gary”, un nombre que sorprendió a muchos cuando se conoció. La historia cuenta que, en una ocasión, el pequeño príncipe tropezó mientras jugaba en los jardines del Palacio de Buckingham y comenzó a gritar el nombre de “Gary” para pedir ayuda. Un asistente, confundido por el nombre, se acercó al lugar para asistir al niño, pero la misma reina aclaró que “Gary” era su apodo familiar y no una persona extraña.
Además de este peculiar apodo, la reina Isabel II era conocida por su círculo cercano como “Lilibet”, un nombre que nació en su infancia y que fue utilizado tanto por su padre como por su esposo, el príncipe Felipe. De hecho, el duque de Edimburgo solía llamarla “Cabbage” (repollo), un término afectuoso que refleja los lazos personales entre ellos. Los bisnietos de Isabel II, los hijos del príncipe William y Kate Middleton, la llamaban cariñosamente “Gan Gan”, una variación tierna de "abuelita".
Apodos del rey Carlos III y su familia
El rey Carlos III también tiene su propio conjunto de apodos en el círculo familiar. En el pasado, él mismo se refería a Meghan Markle como "Tungsten", un apodo que hace referencia al metal tungsteno, conocido por su resistencia y dureza. Esta comparación se utilizó para describir la personalidad de Meghan, a quien Carlos admiraba por su fortaleza.
Por otro lado, el vínculo entre el rey Carlos III y la reina Camilla se refleja en los apodos que se han dado mutuamente a lo largo de los años. Ambos se llaman “Fred” y “Gladys” de manera cariñosa, algo que ha perdurado desde sus primeros años de relación y que muestra una faceta más relajada de su vida personal. Estos nombres se utilizan en la intimidad, fortaleciendo su relación fuera de los ojos del público.
Los apodos de los príncipes de Gales y sus hijos
El príncipe William y Kate Middleton, los actuales príncipes de Gales, también tienen apodos que demuestran la cercanía y el cariño dentro de su familia. Kate es llamada “Poppet” por su esposo, un término tierno que refleja la dulzura de su relación. Por su parte, el príncipe William fue conocido por su madre, la princesa Diana, con el apodo de “Wombat”. Este apodo se originó durante un viaje familiar a Australia, cuando Diana, enamorada de la fauna local, comenzó a llamarlo así inspirado por los marsupiales australianos, conocidos por su forma robusta y su ternura.
Los hijos de los príncipes de Gales también tienen apodos entrañables. La princesa Charlotte, por ejemplo, es conocida como “Lottie” y “Mignonette”, este último un nombre francés que significa adorable o encantadora, y que refleja su personalidad encantadora y su estatus como la más pequeña de la familia.