La relación entre Máxima Zorreguieta y Benito Fernández trascendió lo profesional para convertirse en una amistad sólida y duradera. La reina de los Países Bajos, reconocida por su estilo elegante y sofisticado, contó durante años con la visión y el talento del diseñador argentino. Sin embargo, el vínculo entre ambos no se forjó de manera instantánea, sino que se desarrolló a lo largo de años de colaboración en eventos diplomáticos y celebraciones reales. Esta amistad no solo marcó la carrera de Benito, sino que también contribuyó al impecable estilo de Máxima en la escena internacional.
El inicio de una relación profesional
El primer acercamiento entre Máxima Zorreguieta y Benito Fernández tuvo lugar hace más de veinte años, cuando la hoy reina de los Países Bajos aún no había alcanzado la notoriedad mundial que tiene en la actualidad. La conexión inicial no fue directamente con ella, sino con su hermano, Martín Zorreguieta. Martín contactó a Fernández para que diseñara los vestidos de su entonces pareja, Mariana Andres, y de otras cinco amigas para una boda. Este encargo marcó el inicio de lo que más tarde se convertiría en una estrecha relación entre la futura reina y el diseñador.
Fernández recuerda ese primer encuentro como un momento inesperado. Después de que Máxima viera el excelente trabajo del diseñador en los vestidos de las amigas de su hermano, decidió visitar personalmente el estudio de Fernández en Buenos Aires. El detalle que sorprendió al diseñador fue que, lejos de acudir con un equipo de asistentes o seguridad, Máxima subió los dos pisos de su estudio y esperó pacientemente mientras el diseñador de modas terminaba de atender a otra clienta.
Primeros trabajos para Máxima Zorreguieta
Una de las primeras colaboraciones entre Máxima Zorreguieta y Benito Fernández fue la creación de vestidos para una gira por Latinoamérica. Esta oportunidad permitió que la futura reina luciera las creaciones del diseñador argentino en un escenario internacional, consolidando la confianza entre ambos. A partir de ese momento, Fernández se convirtió en una figura clave en el guardarropa de Máxima, diseñando atuendos para importantes eventos diplomáticos y familiares.
A lo largo de los años, Máxima llevó los vestidos de Fernández en diversas ocasiones, desde bodas reales hasta giras diplomáticas. La combinación de la elegancia natural de la reina con el talento creativo del diseñador fue aclamada en repetidas ocasiones por la prensa internacional. Incluso el día en que se anunció que Máxima se convertiría en reina consorte de los Países Bajos, Benito Fernández estuvo presente, asesorando y acompañando a la reina en uno de los momentos más trascendentales de su vida.
La visión compartida sobre la moda
Lo que fortaleció aún más la relación entre Máxima Zorreguieta y Benito Fernández es la afinidad que ambos comparten en cuanto a la visión sobre la moda. Fernández destacó en diversas ocasiones que Máxima es una mujer trabajadora, amante de la moda sustentable y profundamente comprometida con su familia. Estos valores comunes permitieron que la colaboración entre ambos trascienda el ámbito profesional y se convierta en una verdadera amistad.
Fernández también mencionó que Máxima es una persona que sabe apreciar la moda de manera consciente, apostando por diseños que no solo reflejen su personalidad, sino que también tengan un impacto positivo en el mundo. Este enfoque hacia la moda sustentable es uno de los pilares que une al diseñador y a la reina de los Países Bajos en su recorrido conjunto.