El próximo estreno de Star+ se acerca y promete cautivar a la audiencia con una serie original titulada Diciembre 2001. Inspirada en los hechos económicos y sociales que sacudieron a Argentina a fines de ese año y desencadenaron una de las crisis más profundas en la historia del país, esta producción de Kapow es un thriller político basado en el libro "El palacio y la calle", del reconocido periodista Miguel Bonasso. El guion está adaptado por Mario Segade y la dirección está a cargo de Benjamín Ávila.
Conformada por seis episodios de 40 minutos cada uno, Diciembre 2001 narra la historia de Javier Cach, un militante político que trabaja como asesor de la Jefatura de Gabinete en un gobierno marcado por la Alianza gobernante, cuyo accionar errático se enfrenta a una de las peores crisis económicas, políticas y sociales en la historia del país. Esta crisis se caracterizó por la renuncia anticipada de un presidente, la represión policial que resultó en la muerte de numerosos argentinos, el congelamiento de los ahorros de la población y la excepcionalidad histórica de tener cinco presidentes en una sola semana.
El elenco de la serie está encabezado por destacados actores, entre ellos Luis Luque, Diego Cremonesi, Nicolás Furtado, Jean Pierre Noher, Luis Machín, César Troncoso, Fernán Mirás, Jorge Suárez, Manuel Callau, Cecilia Rossetto, Manuel Vicente, Alejandra Flechner, Vando Villamil, Ludovico Di Santo, Malena Solda y Sergio Prina, quienes dan vida a diversos personajes clave en esta historia.
Qué pasó en Diciembre de 2001
Aquellos días estuvieron marcados por un estallido social que fue reprimido por el Gobierno de De la Rúa, quien decretó el Estado de sitio, dejando un saldo trágico de 38 personas fallecidas, cientos de heridos y alrededor de 4.000 detenidos en todo el país. Si bien Argentina ya atravesaba una recesión desde 1999, la crisis económica se agudizó aún más con el fin de la Convertibilidad y la implementación del "corralito" por parte del ministro de Economía, Domingo Cavallo. Esta medida limitó las extracciones de dinero en los bancos a un máximo de 250 pesos, lo que generó un creciente malestar social expresado en cacerolazos nocturnos. En los sectores más desfavorecidos de la sociedad, se produjeron numerosos saqueos a supermercados y comercios de todo tipo.
Como respuesta a la situación, el entonces presidente Fernando de la Rúa anunció el 19 de diciembre de 2001 la declaración del Estado de sitio con el objetivo de mantener el orden y poner fin a los disturbios. Sin embargo, esto solo exacerbó las protestas en todo el país, y una multitud se congregó en la Plaza de Mayo con el grito unificado de "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", una consigna que se convirtió en uno de los lemas característicos de las manifestaciones.
En un intento por controlar las protestas y el caos social, el Gobierno desplegó fuerzas de seguridad que reprimieron a los manifestantes. Los incidentes se extendieron a lo largo de la Avenida de Mayo hasta la Avenida 9 de Julio, donde grupos de militantes de izquierda se enfrentaron a las fuerzas de seguridad. Estos sucesos se replicaron en las principales ciudades del país.
Luego de no recibir apoyo tanto del partido radical como del poder económico, Fernando de la Rúa redactó su renuncia de puño y letra, dirigida al presidente provisional del Senado, Ramón Puerta, expresando su confianza en que su decisión contribuiría a la paz social y a la continuidad institucional de la República. Poco después de las 19, en medio de la represión policial, De la Rúa dejó la Casa Rosada y su gobierno a bordo del helicóptero presidencial, una imagen que se convirtió en un símbolo de la caída de su gestión y del proyecto político y económico de la Alianza.
El 21 de diciembre, por la mañana, De la Rúa derogó el Estado de sitio en su última acción como presidente. En los días siguientes, Argentina tuvo cinco presidentes en una semana antes de que Eduardo Duhalde asumiera el cargo hasta 2003.