Thom Browne se estrenó el lunes en el calendario de la alta costura parisina con un espectacular despliegue de moda voluminosa en el famoso teatro de la ópera de la capital francesa.
El diseñador estadounidense hizo entrar al público por la puerta trasera del monumento barroco, subiendo unos polvorientos tramos de escaleras de madera, hasta la pasarela, situada en el centro del escenario, con la audiencia sentada a ambos lados.
El telón se levantó al comienzo del desfile para mostrar un teatro lleno: los asientos de terciopelo rojo y los balcones dorados estaban ocupados por hileras de recortes de cartón de un hombre con traje gris y gafas de sol.
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Las modelos salieron despacio, subidas a altísimos zapatos de plataforma, desfilando junto a una bandada de figuras de palomas cubiertas de tela y deteniéndose bajo una enorme campana gris cubierta de tela que colgaba sobre el set.
En el desfile algunas llevaban tocados en forma de pájaros, mientras que otras llevaban vendas alrededor de la cabeza, combinadas con elaboradas pelucas grises.
Browne hinchó los volúmenes de los vestidos, dándoles mangas de globo, y combinó conjuntos de tweed y faldas plisadas con largos abrigos bordados con palomas o motivos marinos como estrellas de mar.
Browne es más conocido por su característico traje gris, pero también se ha forjado una reputación por dar espectáculo: el otoño pasado, por ejemplo, cerró un desfile con temática de Cenicienta con Mj Rodriguez bailando en un Cadillac rosa de tul.
Los desfiles de Alta Costura de París se prolongarán hasta el 6 de julio y en ellos participarán las casas Chanel, Balenciaga y Valentino.
Con información de Reuters
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