Llegan noticias funerarias desde la ciudad del Vaticano. Y tienen que ver con el Papa Francisco. Sin embargo, no es lo que los lectores podrían pensar rápidamente: el Pontífice argentino continúa en su rutina diaria, aunque se ha revelado un dato que conmueve al mundo. Según la agencia de noticias francesa I Media, Jorge Bergoglio ya habría elegido la tumba para su muerte.
Corría marzo de 2016 cuando, con el consentimiento de Francisco, se colocó en la cripta de las grutas un nuevo sarcófago sin nombre ni escritos. La misma está colocada a pocos metros de distancia de la del Beato Pablo VI, y su forma es similar a la de Juan Pablo I.
Según afirman, esa tumba fue diseñada para Benedicto XVI, mientras que Francisco "irá a la tumba en la que se sentó Juan Pablo II (quien fue removido de allí para finalmente reposar en la capilla lateral de La Piedad, tras ser beatificado). Carlo Di Cicco, ex vicedirector del diario 'L'Osservatore Romano', manifestó que “la tumba (de Juan Pablo II) ha sido limpiada y el suelo está listo para recibir los restos mortales de un Papa”.
Si bien existen dos tumbas disponibles y son dos los pontífices vivos, en 2016 Francisco habría decidido realizar la nueva tumba de mármol para su antecesor, Benedicto XVI. "Se sabe que hace algún tiempo, el Papa Francisco pidió al Cardenal Arcipreste de la Basílica que le dejara este nicho", manifestó Di Cicco, haciendo alusión al sitio en donde descansó Juan Pablo II.