En un contexto de crisis económica que golpea de lleno a comunidad de jubilados y pensionados, el Programa de Atención Médica Integral (PAMI) dio un paso importante para contribuir con la salud de los más desprotegidos al anunciar la entrega gratuita de colchones antiescaras, el cual un recurso esencial para aquellos con movilidad limitada y riesgo de desarrollar escaras.
Esta medida está direccionada especialmente dirigida a aquellos que enfrentan desafíos significativos en su movilidad y salud. Los colchones antiescaras desempeñan un papel vital en la prevención de úlceras por presión en personas con movilidad reducida, al distribuir el peso de manera uniforme y reducir la presión sobre áreas específicas del cuerpo.
Cómo acceder a los colchones antiescaras
Junto con la provisión de colchones antiescaras, PAMI también ofrece otros dispositivos de asistencia para la vida diaria de los jubilados, como inodoros portátiles y trapecios, diseñados especialmente para aquellos con dificultades de movilidad o comorbilidades. Para acceder a este beneficio, el proceso es sencillo.
MÁS INFO
Los jubilados deben obtener una Orden Médica Electrónica, que puede ser emitida por su médico de cabecera o un especialista. En ausencia de esta orden electrónica, se pueden presentar documentos alternativos, como el Documento Nacional de Identidad, una orden manual del médico tratante o un resumen de la historia clínica del paciente afiliado, que incluya información relevante como el peso y la talla.
Es importante destacar que el trámite puede ser realizado por el propio afiliado de PAMI, su apoderado, un familiar o incluso iniciado por el médico tratante, siempre que esté habilitado en el sistema de Orden Médica Electrónica.
Qué son las escaras y cómo evitarlas
Las escaras, también conocidas como úlceras por presión, son lesiones en la piel y los tejidos que se encuentran debajo de ella. Se producen cuando hay una presión constante sobre una zona del cuerpo durante un tiempo prolongado, lo que reduce el flujo sanguíneo y la llegada de oxígeno a esa zona.
Las personas con mayor riesgo de sufrir escaras son:
- Personas que permanecen en cama o en silla de ruedas durante mucho tiempo.
- Personas con problemas de movilidad.
- Personas que no pueden sentir dolor o presión.
- Personas que tienen una mala circulación sanguínea.
- Personas que están desnutridas o deshidratadas.
Las zonas más comunes donde aparecen las escaras son:
- Sacro (hueso en la parte baja de la espalda).
- Talones.
- Glúteos.
- Isquiones (huesos de la cadera).
- Omóplatos.
- Espalda de las rodillas.
Los síntomas de las escaras pueden variar según la gravedad de la lesión:
- Enrojecimiento de la piel.
- Piel caliente al tacto.
- Dolor o sensibilidad en la zona.
- Pérdida de sensibilidad.
- Úlceras abiertas en la piel.
- Pus o secreción de las úlceras.
Es importante prevenir la aparición de escaras, ya que pueden ser difíciles de tratar y pueden complicarse gravemente. Para prevenir las escaras, se pueden seguir estas medidas:
- Cambiar de posición con frecuencia: Es importante cambiar de posición al menos cada dos horas si está en cama y cada 30 minutos si está en silla de ruedas.
- Inspeccionar la piel a diario: Busque signos de enrojecimiento, calor o dolor en la piel.
- Mantener la piel limpia y seca: Lave la piel con agua y jabón suave todos los días. Seque bien la piel, especialmente en los pliegues.
- Usar superficies de apoyo: Use colchones, cojines y almohadas especiales para ayudar a distribuir la presión y evitar que se formen escaras.
- Mantener una buena hidratación y nutrición: Beba mucha agua y coma alimentos ricos en proteínas y vitaminas.
- Evitar fumar: Fumar reduce el flujo sanguíneo y dificulta la cicatrización de las heridas.