Pablo Emilio Escobar Gaviria fue uno de los narcotraficantes más crueles y temidos de la historia, aunque también ha sido uno de los más controvertidos. Su vida ha causado tanto impacto en el mundo que ha inspirado a muchos escritores a publicar diferentes libros y biografías; y también a directores a producir películas, series y documentales. Pero, ¿qué fue de la vida de su familia? Tanto su esposa como sus hijos se refugiaron en la Argentina tiempo después de que el 18 de junio de 1991 el criminal se entregara ante las autoridades colombianas y terminara en una prisión que él mismo construyó.
Mientras construía un imperio millonario fabricando cocaína y vendiéndola sobre todo en Colombia y diferentes puntos de Estados Unidos como Miami, Nueva York y Los Ángeles, el máximo líder del Cartel de Medellín era buscado por las autoridades de inteligencia de su país y también de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, más conocida como DEA.
Casado con Victoria Eugenia Henao, con quien tuvo a su hijo Juan Pablo e hija Manuela respectivamente, era muy "familiero" puertas adentro, pero con el afuera se manejaba con absoluta impunidad. Había conseguido sobornar a una buena parte de la policía colombiana para poder llevar adelante sus negocios. Y pese a que era uno de los criminales más buscados de la década del '90, siempre lograba escapar. ¿Su mayor miedo? Que lo extraditaran a los Estados Unidos. Como si fuera poco, una buena parte del sector político del país tampoco se involucraba por algún beneficio recibido o por temor. Es que, además de los secuestros y asesinatos que le ordenó concretar a sus sicarios, también estuvo detrás de atentados que terminaron con la vida de personas inocentes.
En 1991, en Colombia tuvo lugar una Asamblea Constituye que fue convocada para promulgar una nueva Constitución. Entre las modificaciones destacadas, se prohibió la extradición de colombianos a Estados Unidos, detalle por el que el narcotraficante peleó durante un largo tiempo. Como consecuencia, el 18 de junio de dicho año, se entregó ante las autoridades del Gobierno Nacional con una condena de 8 años y 4 meses de que terminó con una rebaja de 5 años, 5 meses y 21 días.
Así fue la vida de Pablo Escobar en "La Catedral", la lujosa cárcel que construyó para cumplir con su condena
Sin embargo, la entrega de Escobar se dio con una serie de negociaciones insólitas que mantuvo con el Gobierno, presidido en aquel entonces por César Gaviria. Entre las condiciones más curiosas, el capo del narcotráfico había quedado en permanecer tras las rejas en una prisión que él mismo construyó. La misma fue llamada "La Catedral", ubicada en Envigado (Departamento de Antioquia, Colombia) y, en principio, las autoridades indicaban que era de "máxima seguridad". Aun así, la verdad salió a la luz en 1992, cuando se descubrió que el criminal tenía un sinfín de comodidades y privilegios: grandes habitaciones de lujo, salas de pool, un bar, una cancha de fútbol, cuadros y muebles. Incluso, recibía la visita de diversos amigos, varios famosos entre ellos, y también organizaba fiestas despampanantes. Por supuesto que contaba con la complicidad de la policía, a la que sobornaba para poder contar con diversas libertades y beneficios.
"El Patrón", tal y como lo llamaban sus sicarios y amigos más cercanos, logró escapar de aquella insólita prisión el 22 de julio de 1992 tras destruir un muro de yeso de la misma. Poco tiempo después, el 2 de diciembre de 1993, y luego de que lo buscaran durante varios meses, sería capturado y asesinado en los tejados de una casa de Medellín.
Qué pasó y qué fue de la vida de la familia de Pablo Escobar tras su muerte
Mientras Pablo Escobar intentaba escapar del Bloque de Búsqueda, entidad creada para atraparlo, la familia se encontraba hospedada en Tequendama (Bogotá), donde solía comunicarse cada tanto con el narcotraficante. Luego de que el criminal muriera, tanto Victoria Eugenia Henao como sus hijos Juan Pablo y Manuela vivieron la peor parte: además de que les congelaran parte de su dinero, debieron marcharse de Medellín porque los enemigos de "El Patrón" los amenazaban de muerte.
Y la odisea comenzó: sin tener un lugar seguro para vivir en Colombia, la esposa del mafioso debió buscar un nuevo hogar en otro país. Sin embargo, 17 naciones se negaron a abrirles las puertas, por lo que la desesperación fue parte del día a día de lo que quedaba de la familia. Por ejemplo, emprendieron un viaje a España y también a Alemania, pero les prohibieron salir del aeropuerto. Incluso, emprendieron un vuelo a Mozambique (África) y se dio cuenta de que no era el mejor ambiente para que sus hijos crecieran. Y fue entonces cuando decidieron probar suerte en Argentina, donde arribaron con nombres cambiados -gracias a la ayuda del estado colombiano- para evitar que se los identificara y, de esa forma, dejar atrás los fantasmas que rodeaban al apellido Escobar.
Qué hizo la familia de Pablo Escobar en la Argentina y cómo están en la actualidad
Durante unos años, Victoria Eugenia Henao pasó a llamarse "María Isabel Santos Caballero". Lo propio hizo Juan Pablo, que adoptó a "Sebastián Marroquín"; mientras que "Manuela" cambió a "Juana". Y fue el Hotel Bauen Suite, ubicado en la avenida Callao 1856 (Ciudad de Buenos Aires), el lugar en el que se hospedaron para pasar los primeros meses lejos de la vida de película que habían dejado atrás.
Para que la historia de la reducida familia de Escobar tuviera sentido, su ex esposa se basó en una famosa película de la época, denominada "Café con aroma de mujer". A través de un libro que años después publicó, llamado "Pablo Escobar: mi vida y mi cárcel", reveló: "Decidimos basarnos en ella para ‘armar’ la historia que le contaríamos a la gente. Así, cuando nos preguntaran, éramos colombianos, oriundos de Manizales, dedicados al cultivo del café, habíamos tenido que dejar el país por amenazas de secuestro y mi marido, Emilio Marroquín, había muerto en un accidente de tránsito. A partir de entonces, todas las noches nos reuníamos e íbamos recreando esa historia con más detalles conforme los necesitábamos".
Luego de un tiempo de tranquilidad, y durante cuatro años en los que se comunicaban con familiares de Colombia por medio de cartas que iban a Estados Unidos o Canadá y que desde aquellos países eran enviadas a su país de origen o Argentina, el 16 de noviembre de 1999 Victoria Henao y su hijo Juan Pablo terminaron en prisión porque un fiscal los acusó de blanqueo de dinero y asociación ilícita. La noticia se expandió por todo el mundo y la pesadilla volvieron a vivirla en carne propia.
"Le pedí al juez que no nos enviara a una cárcel común porque nuestras vidas podían correr peligro y recalqué que si eso ocurría el culpable sería él y así se lo harían saber nuestros abogados a los periodistas. Fue tal mi persistencia que el juez aceptó enviarnos a la Superintendencia de Drogas Peligrosas en la Avenida Belgrano", indicó Victoria Henao en su libro.
Tras más de un mes y medio de estar tras las rejas, precisamente el 29 de diciembre de 1999, el hijo de Escobar fue puesto en libertad; mientras que Victoria Henao debió permanecer un tiempo más: recién el 5 de abril de 2001 logró la excarcelación por falta de evidencias en su contra. La vida de los familiares directos de Pablo Escobar y sus hijos se fue normalizando con el tiempo. Conservaron los nombres que habían adoptado y lograron llevar adelante proyectos personales, aunque jamás pudieron escaparse de su verdadera identidad.
A qué se dedica María Victoria Henao, hoy María Isabel Santos Caballero
María Victoria Henao se dedica a hacer coaching y brindar conferencia sobre resiliencia. Al principio, lo que comenzó como una charla habitual para poder afrontar una pesadilla como la que vivió al lado de Pablo Escobar, terminó como un trabajo. "Me contratan empresas para dar conferencias, hacerles coaching a grupos específicos, o me contratan personas con las que tengo citas por Zoom. Yo he tratado de canalizar la experiencia de mi vida hacia una fuente de inspiración para otras personas", sostuvo en una entrevista.
La vida de Juan Pablo Escobar, hoy Sebastián Marroquín
Nacido el 24 de febrero de 1977, Sebastián Marroquín -hijo de Pablo Escobar- tiene 44 años y es arquitecto, diseñador y escritor que se dedica a dar conferencias en diferentes partes del mundo. Es el que más se ha expuesto ante los medios, cuestionando categóricamente las acciones de su padre. De hecho, en su libro "Pablo Escobar, mi padre", hizo una dedicatoria en la que expresó: "A mi padre, que me mostró el camino que no hay que recorrer".
A qué se dedica Manuela Escobar, hoy Juana Manuela Marroquín
La hija de Pablo Escobar es la que más ha sufrido las consecuencias de llevar el apellido de su padre. La muerte del narcotraficante la vivió cuando tenía apenas 9 años, por lo que su vida dio un giro dramático, detalle por el que ha sufrido problemas de salud. Es la que menos se expuso en los medios de comunicación y su hermano Sebastián ha salido a defenderla en un diálogo con revista Gente: "En nuestra familia respetamos, valoramos y acompañamos los deseos y el derecho de permanecer en paz de mi hermana menor".