No todo fue color de rosas en la historia de amor entre Oscar Ruggeri y su esposa Nancy Otero. En la primera cita que tuvieron, ocurrió una situación fallida en la que "El Cabezón" fue protagonista de un hecho insólito. En diálogo con @sebijaleh_ en Instagram, el ex campeón del mundo reconoció: "Me encontré con una morocha distinta. Me quedé helado, sin reacción".
“Con Nancy en la primera cita me equivoqué de casa. Fui a otra casa de otra Nancy y que tenía a la mamá separada igual que mi señora, todo lo mismo. Me encontré con una morocha distinta. Me quedé helado, sin reacción. ‘Disculpame, vine a buscar a Nancy, pero no sos vos la que vine a buscar, vine a buscar a otra’, le dije”, relató Ruggeri, reconociendo que confundió la residencia de su actual esposa con la de otra mujer que se llamaba igual que Otero.
En tanto, Ruggeri continuó con sus anécdotas de adolescente y recordó el día en que tuvo una cita a ciegas en Once: “Vivía en La Candela y era chiquito. Tenía 17 y había llegado a Buenos Aires. Estaba en Boca y antes escribían cartas. Y me llegó una. Nos escribimos con una chica, sin saber nada, fotos ni nada, y nos citamos en la estación de Once. La chica me dijo que iba a estar abajo de un reloj grande y fui con unos cuantos chicos de La Candela que me acompañaron. Me iban cargando y se reían".
"Mientras vamos caminando tenía miedo y nos escondemos atrás de la columnas. Buscamos el reloj hasta que lo encontré y había una chica abajo. Y... no era lo que esperaba y salimos corriendo todos. La piba corriéndonos gritaba. Después paré y nos saludamos todo, pero cuando me fui a La Candela le dije se terminó todo”, cerró "El Cabezón", quien (como de costumbre) dejó varios títulos de color.
En qué gastó su primer sueldo Ruggeri y qué hubiese sido en caso de no ser futbolista
“Le compre en Once un reloj a mi papá. Con un premio que había ganado de un partido, porque no tenía sueldo, fui a Once que era más barato y mi papá feliz de la vida. Recuerdo que volvía en el tren a La Candela y quería irme a Corral de Bustos para dárselo a mi papá. Eso fue lo que compré con mi primera plata”, reconoció Oscar Ruggeri, orgulloso del regalo para su padre.
¿Qué haría "El Cabezón" si no hubiese triunfado dentro de un campo de juego? Ruggeri lo sintetizó del siguiente modo: “Estaría seguramente en Corral de Bustos (Córdoba), en el casino o en la Municipalidad. O en los clubes, por ahí era preparador físico o profesor de educación física, que de chico me gustaba mucho. Hacía atletismo, salto en alto, triple, carreras. Hacía todo eso en la escuela y en los campeonatos Evita. Me iba bien, no era malo, me ganaban, eran mejores, pero competía”.