Fue en julio de 1996 cuando Dodi Al Fayed y Kelly Fisher cruzaron sus destinos. Kelly, una reconocida modelo que ya había iluminado las portadas de revistas de renombre como W o Elle, se encontró con Dodi, un acaudalado empresario con fama de Don Juan. La chispa del romance pronto encendió entre ellos.
Según un amigo cercano de la modelo, la propuesta de matrimonio llegó en febrero de 1997, en un lujoso hotel de Beverly Hills en Los Ángeles. "La llenó de atenciones y le dijo que estaba enamorado de ella", reveló la fuente. En poco tiempo, Kelly también se convenció de que estaba enamorada de él, y juntos planearon una boda para el 9 de agosto de ese mismo año.
La revuelta de los medios y el fin del compromiso
Sin embargo, el destino les tenía preparadas otras cartas. En agosto, el diario Mirror publicó una foto que cambiaría el curso de la relación. En la imagen, la princesa Diana de Gales besaba a Dodi Al-Fayed en el yate de la familia. Kelly Fisher, gracias a los medios, descubrió el romance entre su prometido y Lady Di, y que su compromiso había llegado a su fin.
Este impacto la llevó a emprender acciones legales contra Al-Fayed la semana siguiente a la publicación de la foto, exigiendo una suma considerable de dinero. "Diana me robó a mi hombre, ahora quiero un millón de dólares", se publicó en los medios de ese momento.
La demanda y los desafíos legales
Gloria Allred, abogada de Fisher, presentó los argumentos de la demanda contra Dodi Al-Fayed, a quien describió como "una rana vestida de príncipe". La demanda se basó en la solicitud de Dodi para que Kelly dejara su carrera como modelo, ofreciéndole 500 mil dólares como compensación.
Allred reveló que Al-Fayed le dijo a Fisher que su familia se avergonzaba de que ella trabajara. La modelo demandó a su exprometido por 440 mil dólares por daños y perjuicios, así como los gastos legales. Al-Fayed inicialmente pagó 60 mil dólares y luego emitió un cheque de 200 mil dólares que fue rechazado.
La venganza de Kelly y el impacto público
Descubriéndose engañada, Kelly Fisher decidió vender su historia junto a Dodi Al-Fayed. Rupert Murdoch, a través de su tabloide, adquirió las explosivas declaraciones de la modelo. El tabloide publicó que Fisher reveló sus encuentros íntimos con Al-Fayed en uno de sus yates horas antes de que este partiera para encontrarse con Lady Di, quien se encontraba en otro de los barcos del empresario.
Este escándalo público arrojó luz sobre los entresijos del romance entre Dodi Al-Fayed, Kelly Fisher y la princesa Diana, convirtiéndolos en protagonistas involuntarios de una historia de amor, traición y venganza que perdura en la memoria colectiva.