La actriz y productora Nazarena Vélez se encuentra transitando una nueva etapa de su vida. Alejada de los flashes de las cámaras y sin conflictos mediáticos en los que años atrás estaba habitualmente involucrada, la protagonista también decidió aceptar su cuerpo y cuestionar la gordofobia y la discriminación que hay (en general) en el mundo del espectáculo con un posteo en Instagram
Nazarena compartió una imagen que, según sus propias palabras, nunca hubiese subido antes. "Sin rollos mentales. En otro momento de mi vida JAMÁS hubiera subido esta foto. Y acá me tenés, birra en mano, subiendo este hermoso posteo”, manifestó. Y tras ello, Vélez dialogó con Teleshow en una interesante charla que mostró su costado más humano.
“Yo siempre fui muy enroscada mentalmente con respecto a mi cuerpo, pero demasiado al nivel de intoxicarme. No me maté de casualidad, porque Dios no quiso. Tuve muchos rollos mentales, estaba enferma psicológicamente. De chiquita era gordita y vivía bullying en el colegio, la pasé mal. Con 14 años empecé a tomar laxantes para estar más flaca, para pertenecer y dejar de ser gorda... Hoy estoy mucho más liberada de eso, no del todo, pero muchísimo más liberada", aseguró la actriz.
Por otro lado, Nazarena Vélez reconoció: "Soy bastante acomplejada, pienso diez veces antes de subir una foto, no es que te ande mostrando la celulitis por la vida súper contenta. Estoy aprendiendo, en el camino de aceptar mi cuerpo. Yo todavía no me acepto del todo. Este es el comienzo de empezar a aceptarse”.
Nazarena Vélez reveló la discriminación que hay en el ambiente y la exigencia física que se impone
“Era la típica que te dice apenas entrabas a casa: ‘Qué flaca estás’. Lo usaba como si fuera un halago hasta que una amiga me dijo: ‘Estoy más flaca porque tengo cáncer’. Entonces aprendí de una trompada en la cara que no hay que opinar del cuerpo ajeno, ni con buena onda ni con mala onda”, sentenció la actriz.
En tanto, la entrevistada recalcó que en el medio existe mucha discriminación y exigencias físicas que pueden trastornar la vida de las personas que lo integran: “Tomarte una cerveza y que te salga panza es todo un tema porque perdés trabajo. Yo trabajé de linda o haciéndome la linda, al menos los últimos años. Gracias a Dios que entré a trabajar en la producción, porque sino sería una angustia. Tengo un montón de amigas que luchan por ser jóvenes y lindas”.