La NASA lanzó una convocatoria abierta para cumplir el sueño de muchos: viajar a Marte y familiarizarse con el modo de vida "marciano" del planeta que provoca fascinación en todo el mundo. Cuáles son los requisitos para aplicar en la postulación de la agencia estadounidense.
En un comunicado la agencia espacial anunció que busca 4 voluntarios para su segunda misión Chapea (Crew Health and Performance Exploration Analog) que va a comenzar en 2025. Durante un año, la tripulación escogida vivirá y trabajará en el interior de la Duna Alfa de Marte en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston. El hábitat impreso en 3D, de 157 metros cuadrados, simula las condiciones de vida que pueden llegar a tener en el planeta marciano.
Dentro del hábitat modificado los tripulantes cultivarán, harán paseos espaciales simulados, operaciones robóticas y harán simulaciones de problemas reales como fallas en los equipos, crisis ambientales, escasez de recursos. "Los solicitantes deben tener un fuerte deseo de vivir aventuras únicas y gratificantes y estar interesados en contribuir al trabajo de la NASA para preparar el primer viaje humano a Marte", indicó la agencia en un comunicado.
La convocatoria está abierta hasta el 2 de abril y entre los requisitos se buscan personas estadounidenses de entre 30 y 55 años sanos, no fumadores y con perfecto dominio del inglés. Una vez seleccionados los 4 postulantes se verán sometidos a una serie de estrictas evaluaciones médicas, psicológicas y psiquiátricas para descartar cualquier tipo de contraindicaciones que afecten la misión. Alergias a medicamentos o alimentos pueden ser motivo de descalificación; no tener los conocimientos requeridos por la agencia también.
Los tripulantes deberán contar con una maestría en un campo STEM, como ingeniería, matemáticas o ciencias biológicas, computación o física, o un título vinculado al campo de la medicina, y deben poder superar la prueba física del astronauta. Además necesitan dos años de experiencia en su campo profesional o 1000 horas de pilotaje al mando de un avión de recreación. Se especula que el proceso de selección podría alargarse hasta 13 meses.
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El día en que 3 astronautas se incendiaron en el espacio tras una prueba de la NASA
Cada 27 de enero se recuerda con tristeza el trágico accidente del Apolo 1, un suceso que marcó un antes y un después en la historia de la astronomía y la exploración espacial. Todavía hoy, 57 años después, familiares y amigos se siguen reuniendo en un área desolada de Cabo Cañaveral, donde yacen bancos de granito grabados con los nombres de Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee, los tres astronautas que perdieron la vida en un accidente sin precedentes. Pero, ¿cómo fue la historia de este accidente y cuál fue el motivo del mismo?
La historia de Apolo 1 es tanto sobre ambición como sobre tragedia. La misión se enmarcaba en la llamada "carrera espacial" durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El objetivo era el mismo: llegar primero a la Luna antes que el adversario y así mostrar la superioridad de un sístema económico frente a otro.
En el caso de esta misión, la nave estaba originalmente diseñada para pruebas orbitales terrestres y estaba plagada de problemas técnicos: desde cableado defectuoso hasta software inestable. A pesar de las preocupaciones de los astronautas y las críticas al contratista principal, North American Aviation, la misión siguió adelante bajo la presión política del contexto. Los astronautas sabían que su nave jamás llegaría a la Luna. Su diseño básico y las limitaciones técnicas eran evidentes, pero lo que más preocupaba era la atmósfera de oxígeno puro en la cabina, una decisión que aumentaba exponencialmente el riesgo de incendio. Esta elección, aunque menos complicada técnicamente, se convertiría en una sentencia fatal.
El 27 de enero de 1967, el comandante Virgil 'Gus' Grissom, el piloto Ed White y Roger Chaffee, un astronauta novato, se embarcaron en una prueba crucial. La tensión era palpable: Grissom había expresado abiertamente su desconfianza en la nave. Incluso, hubo un intercambio preocupante entre los astronautas y la dirección de la NASA, donde expresaron su descontento y falta de confianza en la misión. Durante la prueba, la tripulación detectó un olor extraño en la cápsula, pero las muestras de aire no revelaron nada anormal.
El diseño de la escotilla, difícil de abrir en caso de emergencia, y el ambiente de oxígeno puro prepararon el escenario para la tragedia. Los problemas comenzaron desde el inicio de la prueba: alarmas, comunicaciones defectuosas y finalmente, la fatalidad. Un incendio se desató en la cabina de Apolo 1. Los intentos desesperados de los astronautas por escapar fueron en vano; la escotilla se selló con la presión, imposible de abrir en tales circunstancias.
La investigación posterior identificó múltiples causas para el desastre, incluyendo un entorno de oxígeno puro a alta presión, materiales inflamables en la cabina y un diseño de escotilla inadecuado. Se determinó que el fuego probablemente comenzó cerca del reposapiés izquierdo de Grissom, donde se encontraron cables eléctricos desprotegidos.