La música está de luto por la muerte de Juan Madera, el compositor colombiano que saltó al éxito por su hit latino La pollera colorá, con el que copó fiestas y se ganó un lugar en la cultura popular. Un repaso por la vida de uno de los mayores exponentes del folklore colombiano.
Juan Madera murió a los 102 años en Sincelejo, Sucre, debido a una falla cardíaca, según confirmó su hija Amparo. “Estoy muy consternada, pero a la vez muy agradecida. El Señor le regaló muchos años de vida y lo tuvo hasta hace ocho días con esa alegría, esa plenitud con que vivió en el Encuentro Cultural La Pollera Colorá en Sincé, el 20 de julio. Eso me llena de mucha satisfacción, de mucho regocijo, y de ser totalmente agradecida porque no todos tienen la oportunidad de vivir 102 años como los vivió él”, declaró la mujer a la prensa.
Madera compuso La pollera colorá a sus 28 años y en la voz de Pedro Laza, con la letra de Wilson Choperena, se convirtió en uno de los éxitos más emblemáticos de la música popular colombiana, logrando traspasar el país y colándose en el imaginario popular. La vida de Juan Madera quedó documentada en el libro La pollera colorá, escrito por su hija Amparo Madera.
Dolor en el folklore por la muerte que golpea a Jorge Rojas y El Chaqueño Palavecino
El folklore despidió a uno de los hombres fundamentales en la carrera de distinguidos artistas como El Chaqueño Palavecino, Jorge Rojas, Jorge Cafrune, Palito Ortega, Facundo Toro y Los Fronterizos, entre otros. La noticia de la muerte de Aldo Merlino, quien marcó decenas de shows musicales con su trabajo.
Aldo Merlino fue un luthier de la ciudad de San Francisco que murió a los 93 años y con 70 años de trayectoria como creador de guitarras para los cantantes del folklore más populares, lo que le valió una distinción en el género por su trabajo artesano con la madera. Merlino se había retirado del oficio en 2018 y, además, se dedicó a la fabricación de cuchillos.
En una entrevista con El Periódico, el luthier contó cómo se despertó su pasión por las guitarras a temprana edad: “En la familia de mi papá eran 20 hermanos, entre hombres y mujeres, y uno de ellos se había comprado una guitarra. Era allá por el año 1937, y me impresionó tanto el instrumento que desde entonces me dije que quería hacer una propia. Y a los 19 años cuando ya tenía el taller lo logré. Justo pasó un señor que tenía una casa de compraventa que se llamaba La Vencedora y me la pagó 1,80 pesos".
Sobre su legado en la fabricación de guitarras, actividad que sigue realizando su hijo Alberto, Aldo había declarado: “Era algo que venía pensando hace tiempo. Me tocó conocer la historia de un luthier de Buenos Aires que pese a la edad quiso seguir trabajando y se notaba una disminución en la calidad de sus obras. No quería llegar a eso”.