"La Mano de Dios" es sin duda una de las canciones más lindas dedicadas a Diego Armando Maradona. En los homenajes tras su muerte, el tema que inmortalizó Rodrigo no paró de escucharse, sin embargo, su verdadero autor es Alejandro Romero, el cuñado del ídolo cordobés. Ahora contó la verdadera historia de su hit, que no había sido pensado para el mejor jugador de todos los tiempos.
El compositor y productor musical siempre mantuvo un bajo perfil y habló de su canción en contadas ocasiones. A días del fallecimiento de Diego contó detalles de su relación con él y con Rodrigo y cómo su tema le cambió la vida para siempre.
La historia de "La Mano de Dios"
En declaraciones a Clarín, Romero recordó que en ese momento no pasaba un buen momento económico ni laboral y pensaba en abandonar la música para conseguir estabilidad. Sin embargo, a las 15 del 29 de febrero del 2000, la canción le brotó y la escribió de un solo tirón. "Rompí en llanto, angustiado, y sentí que tenía que dejar la música. Tiré la guitarra, le hice un machucón, pero la volví a agarrar, miré para arriba y aunque no soy religioso dije: 'Dios, dame una mano'", rememoró.
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En ese momento, el hermano de Alejandra Romero tenía 24 años y llevaba componiendo temas desde los 11, pero el deseo "iba perdiendo forma, se volvía una utopía". Me empecé a cuestionar buscar un trabajo y dejar un poco la música. Estaba en una encrucijada. Y pasó algo mágico", afirmó.
Y confesó: "No era una canción estratégicamente pensada para Maradona". Apenas había pasado 56 días después del famoso episodio en Punta del Este en el que Maradona estuvo muy cerca de la muerte. "Fue algo como místico que tuve oculto muchos años. Me parecía muy íntimo. Ante una situación contraria a lo que querés vivir, lo primero que se te ocurre decir es 'Ay, Dios mío'. Bueno, yo tuve la osadía de pedir una señal. Si me desbloqueaba, seguía en el camino de la música. Sino, buscaba un trabajo", reveló.
Al tiempo que detalló: "Así que pedí la señal, me sequé las lágrimas y empezó a bajar: '"En una villa nació, fue deseo de Dios...'. No entendía bien lo que estaba escribiendo. Fue como escuchar mi propia voz dictándome fluido 'en un potrero forjó una zurda inmortal'. Recién ahí entendí que era para Maradona, pero yo estaba concentrado en ese dictado interno".
Su relación con Rodrigo y cómo conoció la canción
En ese momento, Alejandro no tenía mucha relación con Rodrigo pese a ser el cuñado. Sin embargo, su hermana siempre estaba cantando las canciones que él componía y el "Potro" la escuchó. "¿Y ese tema de quién es?", preguntó el cordobés.
"Yo no tenía todavía mucha relación con él. De a poco nos fuimos acercando. Rodrigo tenía planeado un tema para Diego, que quedó en nada", señaló Romero. Finalmente, Alejandro y Rodrigo se juntaron y se produjo la magia.
"El día que terminé la canción yo lo acompañé al Canal de la Música con mi manuscrito en el bolsillo. Después nos fuimos al departamento y se la empecé a cantar. Rodrigo salió del baño llorando y me besa. '¡No sabés lo que acabás de hacer! ¡A Diego le va a encantar!'", reconstruyó Alejandro.
Y completó: "Agarra una birome y escribe 'INRI' en la hoja (la sigla que llevaba Jesus en la cruz). 'Me cagaste. Mi mejor canción es Lo mejor del amor, pero este va a ser mi último éxito', me dijo. Y la estrenó en La Mónica Disco, en Zárate, leyendo el papel porque no se sabía todavía la letra".
Los derechos económicos sobre la canción
Si bien fue Rodrigo la cara visible que popularizó la canción, la canción siempre estuvo registrada a nombre de Alejandro. Hasta hoy, el productor musical de Ángela Leiva valora el gesto del "Potro".
"Yo empecé el trámite de registro el 7 de marzo de 2000. Como hijo de músico tenía muy claro el tema. Rodrigo fue un caballero. En ningún momento me dijo 'vamos mitad y mitad'. Los cordobeses tienen un poco ese método de cooperativa, pero Rodrigo fue un señor", explicó sobre esa cuestión.
El día que le cantó a Diego frente a frente
Autor de tremendo hit, Alejandro pudo conocer a la familia de Diego y al propio Maradona. Vivió con él aquel paso de Rodrigo por Cuba, pero también puedo cantarle su tema a unos metros.
En 2002, él estuvo presente en el famoso departamento de Segurola y Habana para el cumpleaños de 15 de Dalma. "Después de la muerte de Rodrigo, Claudia se acercó a la familia gentilmente, se visitaban con Alejandra, ahí nos fuimos conociendo. Ese día llega él, nos damos un apretón de manos, y Claudia baja una guitarra. A la cuarta canción le intento pasar la guitarra a Luciano Pereyra y se escucha a Diego: '¿Maestro, no me canta la mía?'", indicó Alejandro.
En tanto que sobre el viaje a Cuba, recordó: "Ya habíamos grabado juntos La mano de Dios para un disco a beneficio de la Casa Cuna. Él me invita a pasar unos días y usé mis ahorros, pagué mis pasajes, no acepté nada. Fueron días inolvidables, hacíamos karaoke, cenábamos con la guitarra"
La muerte de Diego fue un golpe para Alejandro igual que para el resto de los argentinos. "Le estaba cambiando las cuerdas a la guitarra, la noticia apareció en la tele y mi mujer rompió en llanto. Yo me quedé petrificado", dijo
Para él "Diego es un familiar", pero además se convirtió en un "deja vu", fue como "volver a la muerte de Rodrigo". "Recordá que Rodrigo no llegó a grabar el tema, él era un músico en ascenso, después se convirtió en mito. La canción surge post-mortem, se replica la grabación del Luna Park en un disco. Lo de Diego hoy me trae recuerdos de esa tristeza", concluyó