La Unión Kiosqueros de la República Argentina apuntó contra la editorial Panini, que produce el álbum y las figuritas del Mundial Qatar 2022, por marginar a los comercios barriales en la cadena comercial del producto más preciado del momento en la Argentina. "Les bancamos durante cuatro años todas esas colecciones pedorras y esperamos para tener nuestro veranito económico con las figuritas del Mundial", reclamaron.
Comprar figuritas del Mundial se volvió toda una aventura: el stock no dura; donde aparecen, se agotan en tiempo récord; algunos optan por limitar la cantidad de sobres que se venden por persona y en las redes hay adultos que se jactan de haberse llevado el último paquete delante de la cara de un nene. La obsesión por tenerlas es total y a ella se sumaron grandes cadenas de supermercados y kioscos, estaciones de servicio y hasta aplicaciones de delivery que las llevan a domicilio. Sin embargo, los kiosqueros de barrio denuncian que los corrieron del mercado.
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"El viernes pasado salieron los albumes y las figuritas, 150 pesos el sobre y 750 el álbum. En 24 horas, agotamos. Los argentinos respondemos a las pasiones y cuando algo nos gusta lo apoyamos. Empezaron a entregar la figuritas y de repente nos encontramos 'que el lunes, que el martes te entrego y no tenemos más'. Pero paralelamente estuvimos viendo que un día le entregaron a estaciones de servicio Axión; que un día le entregaron a los supermercados Jumbo; que un día le entregaron a Pedidos Ya; que un día le entregaron a las cadenas de kioscos, que son los que se ponen un kiosco pegado al del barrio y te lo hacen fundir", cuestionó en diálogo con El Destape Ernesto Acuña, vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA). Este medio intentó obtener una repuesta por parte de la empresa, pero las consultas no fueron respondidas.
El comerciante lamentó la situación que afecta a uno de los negocios de cercanía más identificado con la comunidad y disparó: "¿Qué es lo que pasa? Nosotros, los kioskeros de barrio, bancamos a Panini durante cuatro años todas esas colecciones pedorras, que la verdad que no se vende nada porque la figurita se murió un poquito y se vende muy poco... Pero, bueno, cada cuatro años se enciende la pasión de la figurita del Mundial nuevamente. Esperamos cuatro años para vender la figurita del Mundial, para tener nuestro veranito económico, se van a otros canales, que no la precisan como nosotros para hacer un una diferencia económica".
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Acuña resaltó que los kiosqueros se sienten "traicionados por la empresa". "Los bancamos durante cuatro años haciéndole el aguante con todas estas colecciones y cuando llega el día, no tenemos las figuritas. Nos sentimos totalmente traicionados. En esto momento hay colas para ir a comprar tres paquetes de figuritas y la verdad que es indignante, porque uno ve los videos de los camiones entrando a los supermercados y da una bronca bárbara", insistió el kiosquero.
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Acuña también analizó la situación actual de los kioscos en el país y la incidencia que tiene la venta de figuritas y álbumes a meses del Mundial de Qatar. "Yo creo que se debe también, un poquito, a que tenemos como un pequeño veranito económico de consumo en algunas clases en Argentina. Por ejemplo, si vos querés ir a un recital, tenés que sacar la entrada mucho antes porque sino no hay más; la gente matándose por un huevo de Pascuas; Argentina es primer o segundo país que más compró entradas para el Mundial. Estamos respondiendo al consumo de las pasiones", evaluó.
En esa línea, también señaló que si bien los comerciantes tienen "un contexto difícil con la inflación, difícil con algún faltante de producto", también observan que "de a poquito se está recuperando el consumo". "La gente está comprando un poquito más y a pesar de la inflación no se caen las ventas", subrayó.
Asimismo, el kiosquero refutó que las figuritas sirvan como un "gancho" para atraer clientes que compren otros productos, ya que los fanáticos se gastan todo el dinero en los paquetes, y reveló cuánto le queda al vendedor por cada sobre: "Las figuritas, después de los cigarrillos, es lo que menos diferencia económica nos deja. Un kioskero paga 120 pesos las figuritas para venderlas a 150 pesos. Ahora, se vende mucho y vos comprás las figuritas a la mañana y a la noche, tenés la plata, es como el cigarrillo. Lo queremos tener".
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