La marihuana para uso recreativo (también llamada "de consumo adulto") está a un paso de legalizarse en México. Este miércoles, la Cámara de Diputados aprobó una ley que despenalizará la marihuana para usos lúdicos, científicos, médicos e industriales, aunque realizó modificaciones al proyecto sancionado en noviembre pasado por el Senado, por lo cual tendrá que volver a la cámara para ser revisada antes de entrar en vigor. La nueva legislación permitirá la posesión personal de hasta 28 gramos.
Se trata de uno de los últimos pasos de un proceso legislativo que se ha alargado por más de dos años y que estuvo marcado por distintos cuestionamientos ya que la ley favorecería la entrada de grandes capitales al que se consolidaría como el mayor mercado de marihuana legal del mundo debido a su densidad de población. De esta manera, México se convertiría en el tercer país del mundo, después de Uruguay y Canadá, en legalizar el consumo personal y lúdico de la marihuana.
La ley fue aprobada por 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones y establece, entre otras cosas, que cualquier adulto que desee fumar podrá hacerlo, aunque con varias restricciones. Algunos de los puntos clave de este dictamen, que modificaría artículos del Código Penal Federal y la Ley General de Salud, son que se expedirá la Ley General para la Regulación del Cannabis, además de la creación del Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis (IMRCC).
También permitirá a personas mayores de 18 años consumir cannabis psicoactivo siempre y cuando no se realice frente a un menor de edad o cualquier otra persona imposibilitada de manifestar su consentimiento libre e informado. Tampoco se podrá usar en el espacio público si una persona mayor de edad no dio su consentimiento.
La venta del cannabis y sus derivados para uso adulto también será posible en México aunque deberá realizarse a través de establecimientos autorizados por el IMRCC. En cuanto a la siembra, cultivo, preparación y cosecha de plantas de esta especie, una persona que viva sola puede tener hasta seis, mientras que si hay dos consumidores en un mismo hogar, la cantidad se amplía a ocho.
A su vez, para encarar estas prácticas así como la exportación o la importación de la materia y sus requerimientos, se deberán gestionar licencias sin que implique necesariamente el uso medicinal del cannabis. Las mismas tendrán una vigencia de entre uno y cinco años y aún no se ha definido su costo.
La Comisión supervisará el proceso de producción, desde la siembra hasta la cosecha, y habilitará los clubes de consumo que podrán tener entre dos y 20 miembros mayores de 18 años, con un máximo de cuatro plantas por socio y menos de 50 plantas por grupo.
Por su parte, el Estado promoverá campañas para inhibir el consumo en menores de 25 años y las empresas que la comercialicen para consumo lúdico deberán respetar el etiquetado estricto con la leyenda “solo para venta en México”, tener envoltorios a prueba de niños y poner advertencias sobre los efectos nocivos a la salud, de igual manera que los cigarrillos.
La posesión personal de hasta 28 gramos de marihuana será legal, aunque contemplará multas de hasta 10.000 pesos mexicanos para quienes tengan entre 28 y 200 gramos. En un artículo transitorio también se prevé que las personas que procesadas por delitos relacionados con el tráfico de cannabis puedan quedar en libertad.
Desde octubre de 2018, la Suprema Corte mexicana decidió que prohibir la marihuana atentaba contra el desarrollo de la libre personalidad de los usuarios y dio un año al Legislativo para que hiciera los cambios necesarios a la ley para garantizar ese derecho. El Congreso pidió tres prórrogas para retrasar la aprobación y emitió una ley duramente cuestionada por las organizaciones civiles.