El jueves pasado, minutos antes de que saliera al aire Todas las Tardes, Maju Lozano recibió el resultado de su hisopado de coronavirus, que fue positivo. Y, aunque ella llevaba ya un par de días aislada por precaución, El Nueve se vio obligado a modificar su programación, hasta tanto se testeara a todo el equipo que la acompaña en su programa.
Sin embargo, con los resultados negativos de los PCR en mano, este lunes el ciclo volvió a salir en vivo con la conducción de Lío Pecoraro y un panel compuesto por Carla Czudnowsky y Tatiana Shapiro. Y Maju, desde su casa, relató cómo estaba sobrellevando su experiencia con el coronavirus.
“No sé de qué me río”, comenzó Lozano tratando de no perder su habitual sentido del humor. La conductora contó que antes del positivo se había hecho un estudio serológico que le había dado negativo, pero como no se sentía bien decidió hacerse el hisopado con el que confirmó que se había infectado. “Yo venía media, media. Y no sabés si es por la cabeza que te sentís mal. No sabés si es una gripe, porque en otro momento te hubieras quedado en la cama. Pero ahora te tenés que hisopar también por todos los que trabajan con vos. Y en el canal es mucha gente, en la radio también, más todas sus familias... Es toda una cadena infame que se arma por culpa de este virus de miércoles”, comenzó diciendo Maju.
Luego, explicó que ella calculaba que se habría contagiado el lunes, teniendo en cuenta las 48 horas previas que se estiman. Pero señaló: “Tantas cosas se dicen y tanto se habla. Pero, desde el lugar que uno la está pasando y que gracias a Dios es bastante bien, porque lo estoy pudiendo pasar en casa, lo único cierto es que hay que tratar de cuidarse, salir solo lo indispensable, mantener la distancia y estar en lugares ventilados. Yo pensaba todos estos días qué era lo que me pasaba. Y por momentos caes y decís: ’Pucha, esto era el COVID’. Es angustiante”.
Maju explicó cuáles eran los síntomas que se le habían manifestado. “La sensación en la boca todo el tiempo es rara. Yo me llené de llagas. Y el olfato no es nítido, no es que hay algo cocinándose en el horno y lo olés enseguida, viene como al rato...”, explicó. Y, después de aclarar que su pareja, Juan, lo había perdido por completo, agregó: “¡Mejor, porque yo cocino horrible! Es lo único bueno de esto”.
Enseguida, continuando con la humorada, la conductora reconoció que igualmente no se le había ido el apetito, por lo que no iba a poder aprovechar para perder peso. “No sirve para nada, es un virus de mierda que no te saca el hambre”, dijo. Y, ya más seria, agregó: “Pero las sensaciones son horribles. Son dolores que uno no ha transitado nunca”.
Tratando de explicar qué es exactamente lo que siente, Maju detalló: “Es una falta de energía absoluta, que lo único que necesitás es dormir, dormir, dormir, dormir... Es un cansancio espantoso por el que todo el tiempo estás tirado”. Y agradeció que, aunque por momentos le agarran pequeños ataques, la tos persistente del primer momento ya se le había terminado.
Finalmente, la conductora contó que ella y su pareja están tomando medicación por prescripción de su doctor personal. Y remarcó: “Quiero recomendar desde mi humilde lugar y pasándola bien, en mi casa, calentita y dándome un baño a cada rato, porque no quiero imaginar lo que es transitar este virus sin lo básico, que los que puedan tengan un clínico a mano siempre. Yo no había sentido nunca el dolor en los huesos y en las articulaciones. Te duele la piel. Un dolor de cabeza horrible. Son un montón de situaciones feas. Y lo mejor es tener un médico de confianza a quien consultar”.