La periodista María Julia Oliván sacó de contexto la charla entre la precandidata a diputada Nacional del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz con Martín Rechimuzzi y Pedro Rosemblat y se la tomó personal. Tanto, que en una sentida columna, compartió su experiencia como experonista y mezcló los reclamos.
"Hasta los 24 años de mi vida no garché. Y hasta ese momento, e incluso por un tiempo más me autopercibí (ja) peronista", arrancó María Julia Oliván. "Por lo que me contó mi padre que representó en su niñez Evita y Perón; por el Frigorífico de Monte Grande adonde trabajó él, mi abuelo y mi tía. Por las conquistas obreras ganadas que me llegaban de primera fuente", explicó para luego llevar la discusión para otro lado, en días en los que la oposición toma el tema que sea para realizar un caudal de reclamos del momento.
"Entre la 'diversión' y el trabajo, me aferré a una fe que tenía como dogma la sexualidad reservada para el matrimonio. Por eso no garché durante ese tiempo", confesó al tiempo que opinó que descree que "garchar o no hacerlo sea un tema para nuestros jóvenes". "Si tenés ganas y sos joven, ¿hay algo más fácil? ¿Es un plus ir por la vida de sexón si tenés que acostarte en la habitación que usabas de chico porque no tenés la más pálida idea de cómo independizarte de tus viejos?", preguntó confundida.
A la vista de muchos y al desconocimiento de algunos, la observación de Victoria Tolosa Paz que enloqueció a la oposición fue mucho más sencilla de lo que denunciaron más tarde en los medios macristas. "Los pibes que nos están mirando están desesperados porque quieren bailar", observó la candidata sobre el lugar que la juventud puede encontrar en el peronismo. A continuación, Martín Rechimuzzi, co-conductor del ciclo, agregó que "quieren bailar y quieren coger, la gente quiere coger". "¿Cuándo se va a volver a coger?", preguntó. "Es tremendo porque en el peronismo siempre se garchó", respondió Tolosa Paz.
Pero María Julia entendió otra cosa que la llevó a escribir una gran confesión sobre la noticia que no pudo ver en el ciclo Saliendo que es Eléctrica que no está en la televisión sino en una plataforma web en donde las leyes no son las de la pacatería. "Yo creo que nada de eso es inspirador, ni aspiracional. Ahora bien, trabajar y estudiar en tu propio departamentito rentado, y ahí tener sexo o amigos o escuchar música, eso sí que es aspiracional. Pero justo eso, ni mas ni menos, es lo que los jóvenes de hoy no tienen", insistió confundiendo peras con manzanas. "Por eso, 6 de cada 10 universitarios quieren emigrar", aseguró en línea a las teorías cambiemitas de las últimas semanas y como si, emigrar, tuviera algo que ver con el sexo y con el placer.
Con el correr de las líneas, la periodista intentó ponerse más picante pero, lejos de llamar a la reflexión, cargó contra Tolosa Paz y la acusó por algo que ni siquiera dijo. "Victoria, capaz para vos sí el sexo y el amor fue una inagotable fuente de progreso. De respaldo", denunció como si fuera eso lo que enalteció la candidata en una charla distendida por fuera de los medios hegemónic,os en donde la regla es jugar a ser lo más cristiana y prolija posible aunque un entrevistador no nos deje hablar o nos acuse de no haber estudiado, como lo hizo Luis Majul en el mismo espacio que le da trabajo a la periodista.
"Pero no está bueno como mensaje, porque la mayoría de las pibas no se enamoran del dueño de la publicidad callejera del AMBA. Y porque el sexo no es un 'problema', pero sí genera mucha angustia no poder salir de casa. No poder crecer. Ni estudiando", insistió la excompañera de Jorge Lanata ignorando cómo los jóvenes sí encuentran como superarse pese a la falta de lujos que la periodista reclama como derechos vulnerados.
Como el papelón de Eduardo Feinmann no fue suficiente, a la periodista le tocó enojarse mucho más y, hacia el final de su sentida columna, redobló la apuesta de su par y expuso: "oportunidades boutique, aptas para los más resilientes o para los chicos de clases altas. Con mucha autoestima, que no sea flojito como para bajonearse en el noveno rechazo laboral, eh!. acá en el país divertido y garchador hay que ser muy fuerte para seguir creyendo en vos. Y eso no es divertido y no da risa".