El cantante de Kapanga, más conocido como El Mono, reveló intimidades de su fugaz romance con una importante modelo y mediática argentina en 2017. Ella es Andrea Rincón. Martín Alejandro Fabio (nombre real del artista) reconoció que mantiene un buen diálogo con la actriz, la elogió por su manera de ser y reconoció haberse abrumado ante tanta exposición durante el noviazgo.
Al aire de Intrusos, por América TV, el Mono reveló sobre su romance con Andrea Rincón: "Te asustás un poco. Yo no estaba acostumbrado a esa sobreexposición, a que me sigan". Acto seguido, la periodista Débora D'Amato afirmó que estas palabras tenían que ver con la historia sentimental que el artista vivió hace tres años: "Para que la gente entienda: él tuvo una relación corta con Andrea Rincón y todos la supimos con un beso en los Martín Fierro. Esa situación los expuso mucho. ¿Qué aprendiste de eso?".
La exposición mediática, el factor que abrumó al Mono de Kapanga en su romance con Andrea Rincón
"La exposición fue a partir de eso. Antes no me había pasado. Lo que duró estuvo buenísimo. Con Andrea hablamos cada tanto. La llamé por el cumpleaños, ella me llamó por mi cumpleaños. Y hablamos el otro día, que fue al Cantando. La felicité porque cantó muy bien y me sorprendió. Es una buena chica y se merece lo mejor", afirmó El Mono de Kapanga sobre su ex pareja, Andrea Rincón.
Le sacaron las pulseras al Mono de Kapanga al aire de MasterChef Celebrity
Durante el inicio del primer programa de MasterChef Celebrity, el jurado solicitó que todos los competidores de esa tanda -siguiendo el protocolo de COVID-19- se quitaran todos sus anillos, joyas y se pusieran un calzado especial en pos de brindarles la comodidad necesaria. Y el cantante de Kapanga se encontró con un problema mayor, dado el caudal de pulseras y joyas que carga en sus muñecas.
“No pensé que me iban a hacer sacar todas las joyas”, anunció, preocupado. Ante la pregunta de Santiago del Moro, quien le consultó hace cuánto tiene las pulseras, el Mono reveló que desde 2003 que no se las quitaba y que cada una tiene un significado especial. “La última vez que me hicieron sacar las pulseras, fue en el año 2003 en la cancha de Ferro, un Quilmes – Argentinos Juniors que me llevaron preso”, reconoció.
Ante la dificultad del participante para despegarse de todas sus cadenas y crucifijos del cuello, del Moro le preguntó al jurado si El Mono de Kapanga podía conservar algunas de sus reliquias. Implacable, Germán Martitegui sentenció: “En teoría no, pero vamos a hacer una excepción. Mono, no quiero un pedazo de crucifijo en la comida”.