Existen gatos que desean estar acompañados por sus dueños mientras comen su comida del día. Muchos de ellos se acostumbran desde pequeños a estar en compañía por sus tutores y a sentirse cuidados mientras crecen. Aunque hay una explicación para este tipo de comportamiento.
Por qué no le gusta comer solos a los gatos
Según el sitio especializado en animales Experto Animal, esta actitud se da desde la crianza y durante la educación del felino. Estos tipos de comportamientos indican que el gato se siente cómodo y seguro en el lugar que habita en su día a día. Por otro lado, los gatos se acostumbran a una manera de vivir, cuidar su salud y bienestar para impedir situaciones peligrosas o desfavorables.
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Algunas rutinas también tienen que ver con los alimentos, sus horarios, sus juguetes, los estímulos y objetos de su ambiente, y hasta los demás individuos que componen su entorno. Incluso, puede pasar que no coman solos, si no están acompañados.
En ese sentido, los felinos deben estar en un ambiente tranquilo, positivo y seguro para comer sus alimentos y disfrutar de una buena alimentación. Para muchos gatos, la presencia de su tutor es importante para generar esta sensación de seguridad que necesitan a la hora de disfrutar de su comida.
Qué pasa si tu gato no quiere comer al estar solo
Para muchos gatos es relevante sentirse acompañados por sus dueños, sin embargo no siempre puede ser así, dado que sus tutores pueden estar fuera de sus casas todo el día. En estos casos, el felino puede negarse a comer hasta no sentir la presencia de su dueño.
Pero puede traer consecuencias al tomar esta actitud. El gato experimentará un ayuno extenso que generará intensa irritación e inflamación de las mucosas estomacales, y puede hacer que vomite bilis. Si los ayunos largos son diarios, esta inflamación puede ocasionar úlceras en el tracto intestinal y perjudicar la salud del animal.
Para atraer el hambre, hay que dejarles paté o una sabrosa comida húmeda casera, que cuente con sus aromas, sabores y texturas favoritas. Los felinos, en estado silvestre, consumen la carne de sus presas mientras todavía conserva su temperatura corporal (entre 36,5ºC e 38ºC).
En estos casos, los dueños deberán cambiar de lugar sus comidas. Por ejemplo, si el gato suele comer en la cocina, deberán mover su plato de comida al living o habitación. El ambiente debe estar limpio y adaptado al animal. Otra técnica que tienen es que deberán probar otras comidas, distintas a la que consumen en su día a día. Aunque los dueños no tendrán que estar con ellos. El objetivo principal es que puedan acostumbrarse a comer solos y no ser dependientes.