En los últimos días, Fernando Iglesias y el habitual troll center del macrismo arremetió contra Florencia Peña por una serie de visitas que hizo a Alberto Fernández durante la cuarentena. Pese a que la conductora aclaró que se trataron de reuniones para hablar de la situación del sector artístico y de la que también participaron otros referentes, la persecución fue gigante y terminó con denuncias en la Justicia. Ahora, habrá que esperar si el diputroll expresa la misma indignación contra Marcelo Longobardi, quien reveló que también mantuvo un encuentro con el presidente en la Quinta de Olivos durante el confinamiento estricto del 2020.
El conductor de Radio Mitre indicó que visitó al jefe de Estado en el marco de una “una conversación sobre trabajo” y que aquel día en el que salió de su casa de Tigre hacia la residencia presidencial no vio ni un solo vehículo por la calle. “Uno no puede negar una invitación a almorzar de parte del Presidente”, explicó Longobardi.
“Con independencia de la discusión de carácter farandulesco que hay alrededor del tema, que me parece poco relevante, es justo decir que, en una cuarentena impuesta por el propio Gobierno, resulta impensable que un presidente se quede en la casa mirando el techo y haciendo home office; eso no habrá ocurrido, presumo yo, con ningún presidente del mundo, porque el presidente no tiene más remedio que conducir la cuarentena; en el caso de Fernández, no especialmente bien”, consideró el periodista.
“Pero es impensable que un presidente vaya a quedarse esperando a que pasen los meses hasta que pueda recibir a una persona”, expresó Longobardi, en relación con la “controversia alrededor sobre la figura de Florencia Peña, que declaró haber ido a ver al Presidente por razones vinculadas a su trabajo; eso se lo confundió con una cuestión personal, lo cual me pareció inapropiado”.
En ese sentido, el conductor de Cada mañana continuó: “El Presidente debe haber recibido cientos de personas, imagino que bajo ciertos protocolos. Ha habido periodistas que han visto al Presidente. Yo mismo he visto al Presidente. Ese día no me lo olvido más. Saben que mi relación con él no es especialmente buena, más bien, diría yo, todo lo contrario, pero él tuvo la gentileza de invitarme a almorzar al principio de la cuarentena”, señaló.
“Tuvimos una conversación sobre trabajo, sobre las cosas que los periodistas hablan con los políticos; yo no hago mucho eso, no veo funcionarios, como otros de mis colegas, pero obviamente uno no puede negar una invitación a almorzar de parte del Presidente”, consideró Longobardi.