La visión de negocios de algunas personas va más allá de nuestro planeta. Literalmente. El estadounidense ex vendedor de autos Dennis Hope es el "dueño" de la Luna y todos los planetas del sistema solar desde 1980. ¿Cómo puede ser que una persona sea dueña de estos astros? Muy simple, Hope notó que había un vacío legal en el Tratado de Espacio Exterior que estableció la ONU y reclamó en un juzgado que se le adjudicaran como propiedades.
En 1967, dos años antes de que el hombre llegara a la Luna por primera vez, la ONU firmó un Tratado de Espacio Exterior para asegurarse de que ningún país se apropiara de algún planeta o satélite. Hay que tener en cuenta que la Guerra Fría estaba en su apogeo y la carrera espacial aún más. “El espacio ultraterrestre, incluida la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera” reza el artículo 2 del Tratado, y ahí fue donde Hope encontró el vacío legal para llevar su ambición empresarial a toda la galaxia.
Para registrar los astros a su nombre, el estadounidense se acercó a un juzgado y pidió que se le adjudicara la propiedad de la Luna y los planetas del Sistema Solar. Una vez que ya contaba con los papeles, Hope procedió a dividir en hectáreas el suelo de los astros y vendió terrenos de su propiedad ubicados en la Luna, Júpiter, Mercurio, Marte y Venus. En poco tiempo, su patrimonio ya rondaba los 9 millones de dólares. Un negocio redondo.
Obviamente muchas celebridades vieron la oportunidad y decidieron tener su propio trozo de Luna. La reina Isabel II, Tom Hanks, Mick Jagger, John Travolta, Tom Cruise y Nicole Kidman, entre muchos otros, ya son propietarios en la Luna. Se podría pensar que con la fortuna que tiene cualquiera de estos famosos es bastante lógico que pudieran comprar su terreno en la Luna. Pero no, el metro cuadrado está en oferta y se puede adquirir por 19,99 dólares más 1,51 dólares de impuestos. Una ganga.
También hay un buen grupo de argentinos que ya se hicieron con unas 2000 hectáreas de la Luna. Son un total de 1741 compatriotas que además pagaron 2,50 dólares para tener su nombre impreso en la foto satelital que Hope envía del lote. En tanto, otros 252 argentinos tienen su terreno en Marte, por el mismo precio. Todos los títulos de propiedad vienen con un certificado personalizado con la escritura y toda la información como para que el dueño pueda ubicar geográficamente su terreno.
Claro que no todo está a la venta en los cuerpos celestes. Las áreas donde hombres o máquinas estuvieron son considerados monumentos nacionales, por lo que no se pueden comprar esas zonas. Otros sectores que tampoco se pueden adquirir son las consideradas áreas de investigación y los parques de reserva.