El descubrimiento de Agua en la Luna por parte de la NASA sacudió al mundo científico en el mediodía del lunes 26 de octubre de 2020, pero ¿de qué se trata y cómo cambia a la ciencia espacial?
Agua en la Luna
El "emocionante descubrimiento" sobre la Luna fue finalmente develado y terminó de confirmar lo que otros estudios ya estimaban en teoría: la presencia de agua molecular en la Luna. En verdad, se trata de dos investigaciones separadas con resultados impresionantes.
Hasta el momento, los estudios realizados habían determinado que existían compuestos del grupo hidróxilo mediante un técnica espectral que no permitía diferenciar el agua. Sin embargo, estas nuevas investigaciones consiguieron llegar a pruebas concluyentes de otra forma.
¿Qué dicen los estudios sobre el Agua en la Luna?
En uno de los artículos, Casey Honniball y su equipo utilizaron el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) para poder observar la Luna a 6 µm. Al trabajar con esa longitud de onda, pudieron detectar una firma espectral de agua, que se diferencia de otros elementos.
Además consiguieron determinar que el hemisferio sur del satélite alberga agua en abundancia entre 100 a 400 partes por millón. Según el estudio, es muy factible que el agua esté almacenada en estructuras que la protegen de la hostilidad del ambiente lunar.
¿Dónde está el agua en la Luna?
Por su parte, la investigación realizada por Paul Hayne y su grupo de trabajo profundizó sobre uno de los aspectos cruciales ¿Dónde se esconde el agua?. Para eso, trabajaron sobre las "trampas frías" que existen en la Luna.
"Trampas fías" fue un concepto introducido por los científicos Watson, Murray y Brown en 1961, a través del cual estimaban que en los polos lunares podrían existir cráteres que se mantienen en oscuridad perpetua. De esa forma, se podría conservar cualquier elemento volátil en la zona, especialmente agua.
Este estudio se centró en las trampas que van desde el kilómetro hasta el centímetro de diámetro, consideradas como las más chicas del satélite, y determinó que son cientos o miles de veces más numerosas que las grandes, gracias a la información del Lunar Reconnaissance Orbiter, . Según estimaciones, unos 40 mil km2 de la superficie lunar tiene la capacidad de albergar agua.
¿Qué pasa a partir de estos descubrimientos?
Los estudios permiten establecer que la cantidad de agua en la Luna es mucho mayor de lo que se creía hasta el momento. Esto podría suponer una ventaja para las próximas misiones en viajar al satélite y hasta se abre la posibilidad de instalar colonias. En ese sentido, la NASA trabaja en el programa Artemisa, que planea llevar a la primera mujer a la Luna.
¿El agua de la Luna se puede beber?
Por el momento no, ya que se encuentra en las "trampas frías" o incluso dispersa en moléculas, atrapada en granos de escombros o vidrios naturales. Sin embargo, con las técnicas apropiadas será posible extraerla y utilizar para consumo o combustible