Hace más de tres décadas, Argentina se convertía en el último hogar de un hombre que llegaría a ser una leyenda en la música y en el corazón de sus fanáticos. Luca Prodan, nacido y criado en Europa, encontró en tierras argentinas un lugar donde dejar una huella imborrable. Aunque su partida ocurrió en diciembre de 1987, su legado persiste en la roca de Traslasierra que se ha convertido en un emblemático monumento en el Cementerio Municipal de Avellaneda.
La historia de Luca Prodan es una de esas narrativas que fusionan la tragedia y la pasión artística. Aunque su vida fue breve, dejó una marca indeleble en la escena musical argentina y más allá. Llegó a Argentina procedente de Europa y, en menos de una década, logró lo que pocos artistas logran en toda una vida: convertirse en un ídolo venerado.
El descanso de Luca
Los restos de Prodan descansan en un lugar que refleja su vida itinerante y sus múltiples facetas: una roca proveniente del valle cordobés de Traslasierra. La misma región donde el músico estableció su primer hogar en Argentina. La roca, que inicialmente marcaba su lugar de descanso común, se convirtió con el tiempo en un monumento de profundo significado para sus seguidores.
Inscripciones de admiración y gratitud adornan la superficie de la piedra, convirtiéndola en un espacio sagrado para los fanáticos que visitan el cementerio. El amor y la devoción por Luca Prodan son palpables en la piedra.
La frase "Luca vive" resuena con fuerza, trascendiendo la barrera entre la vida y la muerte. Aunque algunos años han pasado desde su partida, el legado de Prodan sigue inspirando a los que lo admiran, que se reúnen en el cementerio para tocar la guitarra, compartir bebidas y recordar su música.
¿Dónde está Luca?
Incluso personalidades famosas como Roberto Pettinato y Charly García han sido atraídas por la piedra, testigos del impacto duradero que Luca dejó en la música argentina. Sin embargo, la historia de Luca Prodan no está exenta de controversia incluso después de su muerte. Entre los empleados del cementerio y los admiradores, se debate la ubicación real de sus restos.
Mientras algunos creen firmemente que yacen bajo la roca en Avellaneda, otros sostienen que fue cremado y sus cenizas fueron trasladadas a Europa. La incertidumbre persistente añade un misterio inquietante a la leyenda de Prodan, manteniendo viva la discusión sobre su destino final.
A pesar de las dudas que rodean su descanso, una cosa es cierta: el legado de Luca Prodan permanece inquebrantable. Cada 22 de diciembre, los fanáticos acuden en peregrinación para honrar su memoria y celebrar su contribución a la música argentina. La roca de Traslasierra se ha convertido en un lugar de encuentro, un punto de conexión entre el pasado y el presente, donde la música de Luca sigue resonando en los corazones de aquellos que encuentran en él inspiración y consuelo.
La vida y obra de Luca Prodan siguen siendo celebradas en Argentina y más allá. Su legado perdura en cada acorde y en cada palabra de sus canciones, y su monumento de piedra se erige como un símbolo tangible de su influencia duradera en la cultura musical del país. Luca Prodan, el músico errante que encontró su lugar en Argentina, continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas y fanáticos, manteniendo viva su memoria a través de los años.