A tres meses de separarse de Luciano Castro, Sabrina Rojas transita una nueva etapa de su vida con mayor presencia en los medios y sin filtro. Y en su última aparición televisiva, invitada a Los Mammones, la actriz aceptó el juego de Las 21 de las 21 y contestó sin dudar cada una de las preguntas, incluso las más íntimas.
"¿El poliamor es la previa del divorcio?", le preguntó Jey Mammon. Ante ese concreto interrogante, Rojas desarrolló su picante teoría personal sobre el tema. "Depende. Si te cabe, no. Si no te cabe, sí. Para mí el poliamor no va. Para mí lo prohibido tiene mucho más sabor que decir 'ya vengo, me voy a... con otro'", sostuvo.
Acto seguido, y tras celebrar la honestidad de la actriz, el conductor retrucó: "¿Fuiste infiel?". Sin detallar en qué etapa de su vida engañó a alguna pareja, Sabrina Rojas contestó: "Sí. No sé si mucho, pero todos hemos sido infieles. Me han sido y he sido. Es la vida misma. Me han cachado y ha pasado... La vida misma".
El momento en el que se confundió a Luciano Castro con otro famoso actor
Sabrina Rojas también sorprendió a todos los presentes al contar que en una oportunidad se confundió a quien fue su pareja por tanto tiempo con Luciano Cáceres, otro increíble actor con el que llevará adelante la obra Desnudos, en donde también participan Castro, Gonzalo Heredia, Brenda Gandini y Mercedes Scápola.
Pero lo llamativo no solo fue el hecho de haberse equivocado de persona, sino que lo hizo cuando ambos estaban desnudos. Sucedió que cuando estaban todos ensayando sobre las tablas, Rojas se vendó los ojos para reconocer el cuerpo de su ex, pero se confundió por completo con su compañero. “Nosotros ahora debutamos con Desnudos y es una obra que trata de tres parejas, que cada una tiene un presente distinto. Una está separada, la otra tiene problemas económicos y demás, y cuando se juntan hay alguien que propone un juego diciendo que no reconocerías el cuerpo de tu pareja con los ojos vendados”, comenzó relatando la actriz poniendo al autos a los panelistas del ciclo de América.
Asimismo, ella quiso probar si esto podía suceder en la vida real, y dicho y hecho, le pasó: “Y en el ensayo, yo me largué con los ojos vendados de verdad para ver si con estas reglas que se proponen, porque hay reglas, si de verdad no lo reconocía y pasó. Me confundí al gordo con Cáceres. En serio. Ahí dijimos ‘esto va a funcionar’”. Sin embargo, Sabrina también dejó en claro que la manera de reconocimiento tiene una serie de reglas para así ser “más justos” con el juego: “Podés tocar, pero hay reglas. Se tienen que poner el mismo perfume y hay formas de tocar, porque al gordo le tocás los abdominales y ya sabés que es el gordo”.