La presencia de L-Gante en Showmatch (El Trece) disparó una comparación particular para Carmen Barbieri, quien no dudó al respecto en su programa Mañanísima (Ciudad Magazine). “A mí me hace acordar al ´Potro´ (Rodrigo Bueno), lo digo y se me pone la piel de gallina. Me hace acordar al ´Potro´”, reconoció la capocómica.
Más allá del particular paralelismo entre el cantante de 21 años y el músico cordobés de cuarteto ya fallecido, la actriz, comediante, bailarina, exvedette y directora teatral argentina de 66 años hasta se permitió aconsejar al joven que ya cuenta con varios millones de seguidores en sus redes sociales y que acaba de volver de una exitosa gira por América central y por Europa.
“Ojalá se cuide. Ojalá la madre y su representante lo cuiden y cuiden su salud porque empieza a hacer tantas giras...”, le recomendó una de las artistas más destacadas en las últimas décadas, que brilló fundamentalmente en el teatro y en la televisión.
Por último, Carmen Barbieri se permitió llenar de elogios al cantante nacido en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, donde protagonizó recientemente una caravana en la que resultó ovacionado por sus fanáticos: “La está rompiendo con 20 años. Es como decía Aníbal Troilo, una frase maravillosa: ‘¿Quién dijo que me fui de mi barrio? Si cada vez estoy llegando’. ¡Es bárbara esa frase de ´Pichuco´! Y este pibe dice ‘vuelvo al barrio’ y lo esperaban ahí más que al Presidente”.
L-Gante fue a Showmatch: por qué se llama así y sus orígenes humildes
“Vengo de una vida que me puso varias complicaciones, pero siempre me busqué la vuelta. No tuve padre, pero lo que me orientó en la vida fue no decepcionar a mi mamá”, reconoció ante la atenta mirada de Tinelli y compañía en el canal de la televisión abierta.
Acerca de su denominación artística, quien en realidad se llama Elian Ángel Valenzuela admitió: “El nombre me lo puso mi mamá diciéndolo irónicamente por la forma en la que estaba vestido cuando me levantaba, me despertaba y me iba a grabar. Entonces, así como estaba vestido, decía ‘¡qué elegancia, qué elegante!’… Y era todo lo contrario”. “Ella me descansaba... Usaba bermudas, medias, pantuflas”, completó entre risas.