Los jugos naturales son bebidas hechas a base de extracción de jugo de frutas y vegetales, sin azúcares ni conservantes. Por esta razón, son altamente ricos en propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, vitaminas y minerales capaces de fortalecer el sistema inmunitario. Si se consumen de manera regular, se pueden fortalecer las defensas y así prevenir enfermedades, especialmente durante el otoño y el invierno, épocas en las que uno es más propenso a enfermarse.
Enfermarse a causa de las bajas temperaturas es bastante común ya que en esos momentos el organismo se enfría y se vuelve más vulnerable a contraer virus y bacterias. Es por esto que es fundamental llevar una dieta equilibrada, descansar, realizar actividad física de manera regular e incluso beber jugos naturales para aumentar las defensas exponencialmente. Qué jugos naturales fortalecen las defensas para otoño e invierno.
Juego de naranja, zanahoria y cúrcuma para fortalecer las defensas y no enfermarse en otoño e invierno
El jugo de naranja, zanahoria y cúrcuma es un shot de vitamina C ideal para no enfermarse en otoño e invierno. A continuación, los ingredientes y el paso a paso para prepararlo.
Ingredientes
-
2 naranjas grandes
-
2 zanahorias medianas
-
1 cucharadita de cúrcuma en polvo (o 1 trozo pequeño de cúrcuma fresca)
-
Una pizca de pimienta negra (ayuda a aumentar la absorción de la cúrcuma)
-
1/2 taza de agua
-
Cubitos de hielo (opcional)
Instrucciones
-
Exprimir el zumo de las naranjas y verterlo en una licuadora.
-
Lavar y pelar las zanahorias, cortarlas en trozos y agregarlas al zumo de naranja en la licuadora.
-
Agregar la cúrcuma en polvo (o el trozo de cúrcuma fresca) y una pizca de pimienta negra.
-
Si preferís una consistencia más líquida, podés añadirle un poco de agua.
-
Licuar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
-
Si lo deseas, podés colar el jugo para eliminar los grumos.
-
Servir el jugo en un vaso con hielo si lo preferís bien frío.
-
¡Listo!
Caldo de huesos: la receta mágica para retrasar el envejecimiento
El colágeno es una proteína que desempeña un papel fundamental en la formación de tejidos, como la piel, los huesos, la córnea, los tendones, los ligamentos y las articulaciones. Para tener una piel firme y jovial, así como una estructura ósea y muscular fuerte, es esencial consumir alimentos ricos en colágeno, ya que a partir de los 25 años, su producción disminuye significativamente. Por suerte, existe un alimento que promueve una enorme cantidad de colágeno y vitaminas.
Se trata del caldo de huesos, también conocido como "caldo levanta muertos", una bebida natural rica en colágeno y nutrientes, que aporta una gran cantidad de beneficios para la salud. Además, aporta un rejuvenecimiento desde adentro hacia afuera. A continuación, te contamos cuáles son los beneficios del caldo de huesos y cómo prepararlo para incorporarlo en tu dieta de manera regular y aprovechar sus beneficios al máximo.
Receta de caldo de huesos
Ingredientes
- 1 kilo de huesos de animal (carne vacuna, pollo)
- Abundante agua (aproximadamente 6 litros, tiene que cubrir todos los huesos por completo)
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- Sal a gusto
- Agregados a gusto (puede ser ajo picado, hojas de laurel, cebolla, zanahoria o el vegetal que desees)
Preparación
- Lavar bien todos los huesos.
- Precalentar el horno a 200°.
- Colocar los huesos en la bandeja del horno y dejarlos asar durante 30 o 40 minutos. Tienen que quedar dorados.
- Pasar los huesos a una olla con abundante agua fría.
- Agregarle el vinagre de manzana y dejar reposar durante 40 minutos.
- Encender la hornalla y ponerla a fuego alto. Una vez que hierva, bajar el fuego.
- Agregar los vegetales y condimentos.
- Bajar a fuego lento y dejar que se cocine durante 24 horas, con la tapa de la olla cubriéndolo.
- Una vez que pasen 24 horas, retirar la olla del fuego. Dejar que el caldo se enfríe a temperatura ambiente.
- Cuando esté enfriado, colarlo para eliminar los huesos y vegetales y quedarse con el líquido. Pasar el líquido a otra olla o recipiente grande. Guardar en la heladera durante varias horas.
- Tiene que quedar una textura de gelatina.
- ¡Listo! Podés consumirlo así solo o prepararlo como base para otras recetas, como por ejemplo, una sopa.