Un remoto pueblo japonés ha empezado a vender carne de oso en una máquina expendedora, abasteciéndose de osos negros asiáticos, catalogados como especie vulnerable, capturados en trampas o en las montañas por cazadores.
Los ataques de osos son un problema cada vez mayor en algunas zonas rurales de Japón debido a la escasez de alimentos en los bosques, que lleva a los animales a las zonas habitadas para buscar comida.
"Los osos pueden ser peligrosos cuando llegan a la ciudad, por lo que los cazadores colocan trampas o les disparan", explica Daishi Sato, que colocó la máquina expendedora en el exterior de su tienda de fideos de tipo soba, cerca de la estación de ferrocarril de Semboku, 400 kilómetros al norte de Tokio, en la prefectura de Akita.
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Los osos negros asiáticos están catalogados como vulnerables, pero no en estado crítico, y es legal comer oso en Japón. Según Sato, la carne de los osos atrapados es más sabrosa, ya que la sangre se drena inmediatamente.
Las máquinas expendedoras de Japón ofrecen desde bebidas, aperitivos y mascarillas quirúrgicas hasta productos más exóticos, como insectos comestibles y carne de ballena.
"La carne de oso no es muy común, así que queremos que la compren los turistas que vienen a visitar la ciudad", afirma Sato.
El comerciante vende en una semana normal de siete a diez paquetes de 250 gramos que cuestan 2.200 yenes (16,75 dólares) cada uno.
El año pasado, 75 personas resultaron heridas en Japón en encuentros con osos y dos murieron, según datos estatales. Una de las muertes se produjo en Akita.
(1 dólares = 131,3300 yenes)
Con información de Reuters