Reabren una nueva sección de la "Domus Aurea" del emperador Nerón

13 de diciembre, 2024 | 15.53

El viernes reabrió al público una parte de la Domus Aurea (Casa Dorada) subterránea del emperador Nerón, tras extensas obras de restauración y reparación para protegerla de los daños causados por el agua.

La inauguración se da cuando Roma se prepara para recibir una gran afluencia de turistas durante el Año Santo Católico de 2025, o Jubileo, durante el cual la Ciudad Eterna espera hasta 32 millones de visitantes.

Los visitantes del palacio de Nerón serán recibidos por una nueva entrada en el lado oeste, que conduce a un amplio vestíbulo conocido como el "pórtico neroniano" y, a continuación, a las habitaciones que aún conservan vestigios de sus coloridos frescos, mosaicos y mármoles originales.

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La espectacular residencia se construyó en el año 64 e.c. después de que un gran incendio destruyó la mayor parte de lo que entonces era el centro de Roma, durante el que, se dice probablemente apócrifamente, Nerón tocó música.

La Casa Dorada fue redescubierta en el siglo XV, y pintores renacentistas como Rafael y Miguel Ángel estudiaron sus frescos descolgándose con cuerdas por agujeros hechos en el techo, aún visibles hoy.

Una de las salas reabiertas el viernes incluye un grafiti de uno de estos artistas, Pinturicchio, que garabateó su nombre como "Pintorichio". En su época, alguien añadió la palabra "Sodomito", un insulto homófobo que pervive hasta nuestros días.

Otra zona, el Ninfeo, presenta una bóveda decorada con conchas marinas y un mosaico central que muestra a Ulises ofreciendo vino a Polifemo, el monstruo tuerto de la mitología griega citado en La Odisea.

El palacio de Nerón debe su nombre al pan de oro que cubría algunas de sus paredes, y formaba parte de un complejo que incluía un lago artificial donde ahora se alza el Coliseo. Se dice que contenía una estatua del emperador de 36,6 metros de altura.

En la actualidad, las ruinas yacen bajo un parque junto al Coliseo. Sobrevivieron porque fueron cubiertas y rellenadas con escombros para servir de cimientos de unas termas construidas por el posterior emperador Trajano.

Las autoridades encargadas de su conservación, sin embargo, se enfrentan a una lucha constante contra las filtraciones de agua desde el suelo por encima del palacio, un problema que ha provocado repetidos y prolongados cierres del monumento en las últimas décadas.

(Reportaje adicional de Cristiano Corvino y Roberto Mignucci, Editado en español por Javier López de Lérida)