El gobierno de Irán ahorcó al joven luchador Navid Afkari, condenado a muerte por el asesinato de un funcionario público durante las protestas de 2018, según la información que divulgó la televisión pública iraní.
La sentencia del “qesas”, es decir “ley del talión”, una pena de “retribución”, fue ejecutada este sábado en la prisión de Shiraz, al sur del país, según dijo el fiscal general de la provincia, Kazem Musavi, a la televisión estatal. La pena de muerte se aplicó “ante la insistencia de la familia de la víctima”, añadió.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Comité Olímpico Internacional (COI) y la FIFA denunciaron que el joven fue torturado y obligado a confesar el crimen.
Las autoridades iraníes habían abierto tres casos contra Navid Afkari y su hermano Vahid. Ambos fueron arrestados en septiembre de 2018 por docenas de cargos que incluyen participación en manifestaciones ilegales, insulto al líder supremo de Irán, robo, enemistad contra Dios y asesinato.
El Tribunal Supremo de Irán confirmó también una sentencia de 25 años de prisión para Vahid por ayudar en el presunto asesinato, mientras que desestimó sumariamente las graves acusaciones de los hermanos de que fueron torturados para que confesaran.
Sin embargo, el 13 de septiembre de 2019, en una carta manuscrita, Navid detalló la tortura que dice haber experimentado en dos centros de detención de Shiraz. Incluye golpes en las piernas, las manos y el abdomen con una porra o un palo, verterle alcohol en la nariz y taparle la cabeza con una bolsa de plástico hasta el punto de asfixiarse.
Incluso el presidente estadounidense, Donald Trump, había exigido que se perdonara la vida del condenado de 27 años. “A los líderes de Irán, les agradecería enormemente que perdonaran la vida de este joven y no lo ejecutaran”, escribió Trump la semana pasada en Twitter.