Se cumplen 10 años de la partida física de Néstor Kirchner y Caricias Significativas le dedicó un segmento a las grandes anécdotas sobre la vida de quien se convirtió en uno de los presidentes más importantes de la historia argentina.
Tomás Rebord, uno de los conductores del programa que se emite los jueves de 23:00 a 1 am por El Destape Radio (FM 107.3), realizó su clásica columna llamada #StoryBord y contó los momentos claves que hicieron a creación del pingüino como dirigente y uno de los mayores cuadros políticos de los últimos tiempos.
El pequeño Néstor
Néstor nace un 25 de febrero de 1950, en El Calafate. Descendiente de suizo-alemanes por parte paterna y croatas materna. Su abuelo paterno fundó la UCR en el territorio nacional de Santa Cruz. Su viejo, fanático de los alienígenos, laburaba en el Correo y conoció a la madre a través del telégrafo. De chiquito, como se sabe, sufrió tos convulsa y derivó en que un ojo se le fuera al choto, en la época la recomendación medicinal era ponerle un parche al ojo virolo. Así anduvo dos años con un parche a ver si volvía a su eje. Dicen que inicialmente quiso seguir la carrera docente y no pudo por sus problemas de pronunciación, estas cosas me vuelven loco, si Néstor pronunciaba bien capaz era un docente piola de Santa Cruz.
Néstor, basquetbolista
Según recordó un profesor de educación física y DT del equipo de básquet del ex presidente en Río Gallegos, “en un partido contra el colegio salesiano, a estadio lleno, Kirchner tuvo un incidente con el árbitro”. “Como técnico del equipo pedí minuto y lo saque. Al otro día me vio en un café y se acercó para pedirme disculpas por su actitud. Dijo que estaba arrepentido. En ese momento entró el árbitro y entonces él se levantó y comenzó a seguirle la discusión del partido. Así era él, vehemente y combativo siempre”, agregó.
Néstor, militante estudiantil
Se va a estudiar Derecho a la Universidad de La Plata, donde arranca a militar en Federación Universitaria de la Revolución Nacional, una rama del peronismo de izquierda. Ahí conoce a Cristina Kirchner, con quien se casan instantáneamente. En esa época el responsable político de Néstor era Carlos Kunkel.
Néstor en la dictadura
Se vuelven al sur y ponen con cristina un estudio de abogados, también funda la básica “los muchachos peronistas” hacia el 76. A Néstor lo llevan en cana y la ciudad se para para que lo liberen, también les meten un atentado al estudio y se lo revientan. Pero siguen laburando. Existe una discusión sobre el paso o no a la clandestinidad y cómo se encaraba en ese momento ese proceso político. Muchos de sus compañeros pasaron a la clandestinidad. Néstor y Cristina siempre bregaron por una vía institucional. Incluso en dictadura, la superficie política.
Néstor y la guita
En el sur se dedica a construir guita y poder. Suele haber un gran estigma que existe en el campo popular y el pensamiento político progresista respecto a hacer guita. Pero lamentablemente sin plata no se puede hacer nada, como tampoco modificar la realidad. Gran parte de su círculo de confianza viene de ahí. Julio de Vido, ni hablar Cristina Kirchner. La guita que hacen con el estudio jurídico la empiezan a invertir en bienes raíces, en propiedades en el sur.
Néstor, gobernador
Sus primeros pasos fueron como intendente de Río Gallegos en 1987. En 1991 se convierte en gobernador de Santa Cruz con el 61% de los votos, frente a una provincia completamente quebrada y endeudada. Hay una tradición en Néstor de asumir cosas prendidas fuego y comenzar un proceso de estabilidad y desendeudamiento. Con los efectos de su primera experiencia, es reelegido con el 66% de los votos.
Néstor vs Menem
A partir de ese momento comienza a tener sus diferencias con el gobierno de Carlos Menem. Esto lo cuenta muy bien Cristina respecto a la votación de la interna. Ella era más “menemista”, en su perspectiva de la renovación partidaria. Néstor siempre fue partidario de la renovación de Cafiero.
En este período, conoce a Alberto Fernández, se lo presenta Eduardo Valdés, y empiezan a crear este grupo de pensamiento llamado el Grupo Calafate. Kirchner reelige por un tercer mandato y comienza muy tímidamente a pensar en 2007 como posibilidad de dar un salto presidencial. Los acontecimientos se le adelantaron a sus planes.
A mediados de 2002, con la candidatura presidencial como una perspectiva muy somera, Kirchner le comentaba al encuestador Artemio López: “¿Sabés qué quiero...?, que cuando se hable de política nacional al menos me nombren”. Artemio López hoy recuerda: “Faltaba menos de un año para las elecciones de 2003 y ninguno de nosotros pensaba -y Néstor, menos- que, a partir de mayo, ya no habría hecho político de volumen en Argentina que no lo tuviera como protagonista excluyente”.
Néstor, ¿presidenciable?
2007 se adelantó. Comienza una interna entre Menem y Duhalde, que ahora era presidente en medio del total caos. “El Cabezón” quería que cualquiera fuera candidato a presidente menos Néstor. Solá rechaza, Reutemann rechaza, De la Sota rechaza. Queda Néstor que ya tenía fama de loco, Duhalde decía que “cada vez que podía lo puteaba”, pero finalmente lo apoya y logra que no haya elecciones internas en el PJ para que pudiera competir contra Menem. «Un país en serio», fue su slogan de campaña, que es confundido por muchos con «Un país normal», de la campaña de Binner 2013.
Semanas antes de la elección de 2003, en las que Kirchner conseguiría un módico 22% de los votos y asumiría por la huida de Carlos Menem del balotaje, no reinaba el optimismo en el equipo de campaña kirchnerista. José “Pepe” Pampuro cuenta que “todos dudaban sobre las chances presidenciales de Néstor. Y relataba: “Fui hasta Lanús ayer y una vecina me dijo ‘Pepe, te lo voto al tuyo, te lo voto a Kissinger’. ¡No retienen el apellido, estamos en problemas!”. Finalmente Menem se baja del balotaje y Néstor Kirchner se convierte en Presidente.