A la hora de planear un viaje, pensar en alguien de confianza para que cuide las plantas de la casa puede ser un trabajo costoso para muchos. Las personas que disfrutan de tener plantas en su hogar suelen dedicarle mucho tiempo para que estén en óptimas condiciones y varias veces se encuentran con el problema de no saber a quién recurrir para su cuidado cuando se van de vacaciones. Por eso, te presentamos una serie de tips caseros para mantenerlas solo incluso si estás de viaje.
Aunque si bien hay algunas excepciones, las plantas suelen ser bastante simples de cuidar: solo se necesita estudiar la cantidad de luz que necesitan para ubicarlas y regarlas según sus necesidades. Por este motivo, los siguientes sistemas de riego automático caseros pueden ahorrarles muchos dolores de cabeza a los dueños de plantas, ya que tendrán todo resuelto antes de irse de viaje.
Sistemas de riego automático: la solución para los dueños de plantas en vacaciones
1) Lana como fuente de agua
Este es uno de los métodos más eficientes para aquellas plantas que no necesiten gran cantidad de agua para sobrevivir. Se trata de una técnica que se volvió viral en redes sociales y muchos usuarios testificaron que dio resultado. Para hacerlo, se deben seguir los siguientes pasos:
- Colocá un recipiente con agua cerca de las plantas a regar.
- Asegurate de que el recipiente esté elevado por encima de los maceteros, utilizando algún tipo de soporte.
- Buscá cordones de zapatos, trozos largos de cordel o lana.
- Sumergí un extremo de cada cordón en el agua, asegurándote de que alcance el fondo del recipiente.
- Enterrá los otros extremos de los cordones en el sustrato de las macetas, cerca de las raíces de las plantas.
- Los cordones absorberán la humedad y la transferirán a la tierra a medida que cada planta lo necesite.
2) Riego por goteo
Esta técnica sirve tanto para plantas que requieran más caudal de agua como para aquellas que puedan subsistir con menor cantidad. Solo se necesita de una botella de plástico.
- Conseguí una botella o recipiente grande de plástico y hacé unos agujeros chiquitos en una de sus caras. Tienen que ser del tamaño de la cabeza de una aguja fina, así que podés usar una para hacerlos.
- Ahora solo tenés que enterrar la botella al lado de la planta que querés regar, con los agujeros mirando hacia ella.
- Llenala de agua y va a empapar la tierra gota a gota a través de los orificios que le hicimos.
- Si la planta no necesita mucha agua, también podés simplemente poner el recipiente agujereado sobre la tierra sin enterrarlo, pero tené en cuenta que en este caso las gotas solo van a resbalar hasta la superficie de la tierra.
3) Botella para regar
Esta técnica tiene menos durabilidad, por lo que se recomienda utilizarlo para viajes más breves. Así, te asegurarás que el sistema sea efectivo y tus plantas se mantengan sanas y vivas.
- Elegí una botella plástica con el cuello angosto y llenala de agua. Las botellas de vidrio son ideales para estas ocasiones.
- Enterrala boca abajo en la maceta que querés regar, asegurándote de enterrar lo suficiente como para que quede estable.
- Tené en cuenta que al usar este sistema, la tierra va a recibir más agua, por lo que el riego se va a acabar antes y la tierra se va a humedecer bastante.
- No es recomendable usar el sistema de la botella al revés con plantas que sean sensibles a los hongos debido al exceso de humedad.