Pocos días después de la muerte de Gerardo Rozín, revelaron públicamente la razón por la que el conductor de La Peña de Morfi (Telefe) nunca quiso referirse a la gravísima enfermedad que terminó con su vida a los 51 años.
El encargado de aportar muchos detalles al respecto de esta situación fue nada menos que Claudio Belocopitt, el socio del presentador rosarino fallecido en la productora del programa que el periodista lideraba en el canal de las tres pelotitas junto con Jesica Cirio.
Claudio Belocopitt reveló por qué Gerardo Rozín no quiso hablar sobre su enfermedad
Entrevistado por Ángel de Brito en LAM en el estudio de América TV, el amigo de Rozín fue contundente acerca de lo ocurrido en los últimos días de vida del santafesino. “Varios colegas del medio le pidieron hacer notas y él dijo que no a todos, ¿sabés por qué no quiso hablar públicamente?”, le preguntó Ángel.
“Gerardo era un hombre de los medios y merecía las despedidas que le han hecho. Y yo le dije ‘¿por qué no das una nota?’”, coincidió el invitado.
Entonces, profundizó acerca de la causa que lo llevó a no pronunciarse sobre la grave patología que padecía, que luego se conoció que era un tumor cerebral. Claudio señaló que “él priorizó mucho que no quería que sus hijos vivieran todo lo que significaba un año de esto hecho muy público, y que lo terminara complicando”.
“Él prefirió mantener esto hasta el final de la forma más privada", amplió el entrevistado. "Y ahí yo quiero agradecer a todos los medios que, de manera unánime, lo han cuidado”, agregó.
Además, Belocopitt remarcó que Gerardo Rozín siguió siendo el mismo de siempre hasta sus instantes finales: “Me dio consejos sobre cómo seguir. La Peña de Morfi tenía previsto el lanzamiento el domingo 13 (de marzo) y yo le dije por qué no aguantaba un poquito más y se venía el domingo a ver cómo había quedado la escenografía”.
“Me dijo ‘no, no, Claudio, ya está. Elegí buenas fotos. Hacé bien los homenajes, los finales’", contó uno de los mayores socios del rosarino, del que también destacó que "hablaba con el productor general y le aconsejaba cómo poner los musicales".
Incluso, concluyó: que "tuvo ese humor ácido hasta el último momento" y que "además de un gran productor, se perdió a un tipo extraordinario”.
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