Este jueves, como cada 10 de octubre, se celebra el Día Nacional del Asado en Argentina y lo bueno es que Buenos Aires tiene muchísimos lugares ideales para salir y disfrutar de un rico asado. Cuáles son las 9 parrillas que se destacan.
Las 9 parrillas de Buenos Aires recomendadas para salir a comer asado en el Día del Asado
1. Somos Asado
Este espacio es ideal para comer carnes maduradas y conectar con sabores del campo. Somos Asado es un proyecto familiar liderado por el chef Gustavo Portela, su hermano Pablo y la esposa del chef, Verónica Krichmar. Todo se cocina en un horno de barro con leña de quebracho colorado, lo que le otorga un característico aroma y sabor a sus carnes y recetas artesanales. De manera fija hay siete cortes y uno especial por temporada, todos madurados en seco en el local, algunos por más de 30 días. Se sirven solos, en porción de 800 y 900 gramos, pero hay platitos bien ejecutados, preparados con vegetales orgánicos, que pueden oficiar de guarnición o de entrada. La sugerencia de la casa es pedir un corte para compartir entre dos y sumar los platitos a conveniencia: algunos imperdibles son el T-bone, el Porterhouse, el asado de costilla en salsa BBQ casera y el vacío en bifes con gremolata. Para el maridaje, tienen una interesante cava que prioriza cepas no tradicionales y vinos de baja intervención.
Ubicado en Villa Crespo, el local es una vieja fábrica transformada en un restó, que aún conserva su aura de antaño, y que cuenta con cuatro áreas bien diferenciadas, entre ellas un gran patio a cielo abierto.
2. Todo Brasas
A mediados de este año, en el polo gastronómico de Devoto, abrió sus puertas Todo Brasas, una original parrilla dirigida por el chef Juan Bernardini y el experto Pablo Antoyán. En el jardín posterior se encuentran sus originales jaulas, estructuras de metal diseñadas especialmente para cocinar cortes como el costillar entero, el vacío y la picaña, donde altas llamas que se alimentan de quebracho blanco y espinillo les otorga un sabor característico a sus preparaciones.
Además de los cortes estrella, en el menú también se pueden encontrar opciones como matambrito de cerdo, bondiola de cerdo ahumada y braseada, entraña (completa o media porción), bife de chorizo, ojo de bife y asado banderita. Para acompañar, sugieren entradas y guarniciones tradicionales, que realzan los sabores de las carnes. Cuentan con una nutrida carta de vinos, cervezas y gin tonic tirados para maridar todos los platos.
3. La Dorita
Ubicada en la esquina de Humboldt y Costa Rica, Palermo, La Dorita es una parrilla reconocida por sus carnes de excelente calidad de animales alimentados 100% a pastura y cocinados a la parrilla de manera tradicional. Entre sus cortes más exclusivos se encuentra el ojo de bife grillado en astillas de quebracho, que se suma a clásicos del asado como el bife de chorizo, el vacío y el asado de centro y el matambre de cerdo. Las achuras dicen presente y salen bien crocantes: mollejas, chinchulines y, por supuesto, chorizo y morcilla. Las guarniciones incluyen alternativas clásicas como papas fritas, ensaladas, boniato al rescoldo y los infaltables huevos fritos de campo. Para maridar, su carta de vinos dispone de etiquetas de grandes bodegas nacionales.
El ambiente es cálido y descontracturado, con detalles decorativos que le dan un toque bien argentino, como fotografías enmarcadas de los artistas Marcos Lopez, Facundo De Zuviría y otros grandes fotógrafos, colgadas en en sus paredes, pingüinos intervenidos, lámparas hechas con botellas de vino, cortinas brillantes, y luces de colores, entre otras excentricidades. Una atmósfera bien kitsch, ideal para un festejo entre amigos o familia.
4. La Vuelta
La Vuelta es una auténtica parrilla porteña ubicada en Barrio Naón, Mataderos, que se distingue por sus cortes de carne de primera calidad y por una ambientación relajada que remite a los asados caseros. Su menú invita a disfrutar de entradas como empanadas de carne fritas, provoletas y buñuelos de acelga con alioli, achuras y cortes de carne clásicos, como asado, entraña y bife de chorizo, y otros fuera de lo común. En ese sentido, la arañita y la marucha, poco vistos pero muy sabrosos, son las estrellas del lugar. La propuesta se completa con ensaladas caseras inusuales en los restaurantes, como la de papa, huevo y mayonesa; vegetales a la parrilla, postres especiales basados en recetas familiares (como el flan de naranja con crema y dulce de leche del chef Fernando Fontana) y una panera artesanal. La carta también exhibe vinos pensados especialmente para pedir con los platos y tres vermuts (Bianco, Rosado y Rojo) para los distintos momentos de la velada.
5. Rufino
Inmerso en un ambiente de sofisticación y aires campestres, Rufino se convierte en un original spot para disfrutar de carnes nacionales premium de la mano del frigorífico Entre Nos. En la propuesta de este moderno restaurante ubicado en el subsuelo del hotel Mio Buenos Aires, cortes como el costillar del centro de 1 kg —cocido a baja temperatura durante 6 horas— y el ojo de bife con hueso de 750 g –asado a la parrilla con manteca de chimichurri casera y ajo–, surgen como tentadores principales para compartir una agradable cena en pleno Recoleta. Otros destacados son la entraña con ajíes en vinagre y romero, el bife de chorizo con manteca de hierbas y su propio jugo, y el bife de vacío con manteca de chimichurri, cada uno realzado por el sabor auténtico de las brasas. Guarniciones como papas fritas con sal ahumada, alioli y hierbas, y batatas crocantes con verdeo y vinagreta de miel son las más elegidas por los comensales, en sintonía con la singular oferta de vinos federales clásicos y jóvenes.
6. Madre Rojas
De la carta de Madre Rojas se destaca la charcutería, compuesta por cecina, bresaola y panceta curada de carne Wagyu. Entre las entradas más pedidas se cuentan las empanadas, tartare, chorizo y chistorra (también de carne Wagyu), además de clásicos de parrilla como mollejas, morcilla (con manzana verde) y provoleta. Respecto a las carnes, se puede optar por el ojo de bife, el asado del centro, el vacío y la entraña. Las infaltables guarniciones fueron pensadas para acompañar armónicamente la propuesta carnívora, como las papas fritas en grasa wagyu, coleslaw de repollo ahumado (asado a la parrilla), Caesar de chinchulines y zucchini con leche de tigre, cilantro y maní. La propuesta de vinos no se queda atrás y está provista de una amplia variedad de productores de todo el país, desde blancos ideales para maridar las carnes hasta una variedad de tintos de cuerpo medio a intensos, naranjos, rosados y espumantes.
7. Hierro
Hierro es una versátil y completa propuesta gastronómica que resalta las carnes argentinas de novillo Angus Black, maduradas al vacío durante 30 días, junto con frescos vegetales de estación y una variada oferta de coctelería de autor. Con sedes en Palermo, Nordelta y Málaga (España), esta casa de fuegos invita a degustar una amplia cantidad de cortes tradicionales, como el bife de chorizo, ojo de bife, vacío, entraña y asado banderita, así como cortes especiales, como el T-Bone y el ojo de bife con hueso boutique. También tienen una experiencia culinaria a puro fuegos los sábados y domingos al mediodía, donde los comensales pueden apreciar la vista de la bahía de Nordelta mientras degustan cortes premium –como costillar, vacío pulpón y ojo de bife con hueso– cocidos en la carreta y sobre la cruz en altura, a baja temperatura, durante varias horas con quebracho colorado. Para pedir con todas estas carnes, Hierro cuenta con guarniciones como milhojas de papa con queso provola, cebolla asada y reducción de aceto, y brócoli asado con pasta de berenjena y ajos asados con salsa teriyaki Hierro y maní tostado.
8. Malcriado
Con locales en Parque Leloir y Tortuguitas (TOM), Malcriado se ha posicionado como un lugar de referencia para los amantes de las carnes y el buen vino. En sus sedes hay una amplia variedad de vinos nacionales e internacionales servidos desde un moderno dispensador que conserva los atributos de cada etiqueta disponible en su carta. Además, presentan exclusivos cortes de carne de pastura cocidos a la parrilla, horno de barro y disco de arado. En su menú resalta la sección Al Fuego, con piezas cocidas a la parrilla con madera de quebracho y espinillo, lo que les otorga un auténtico sabor ahumado. La casa recomienda el tradicional Tomahawk, para compartir entre dos o tres personas; el asado criollo, caracterizado por su poca grasa y color rosáceo; el T-bone, con carne tierna y mucho sabor; o la picaña de ternera, un corte brasileño que resalta por su sabor y jugosidad, y muchos más. Todas sus delicias se pueden saborear en los modernos salones de sus instalaciones con toques minimalistas, terraza con toques modernos y rústicos, o en su llamativo deck.
9.Bruce Grill Station
Fuera de CABA, otro referente en carnes pero asadas al estilo norteamericano es Bruce Grill Station, un bar-restaurante inspirado en The American Way. Sus piezas de carne de pastura se cocinan a la parrilla con brasas de quebracho colorado, lo que les brinda un distintivo sabor ahumado. Ofrecen cortes especiales de la cocina americana, como el T-Bone de 500 gramos, una pieza que deja ver el hueso en forma de T y que recomiendan pedir a punto, y otros emblemáticos de la parrilla argentina, como el asado banderita de 800 gramos. Cada preparación se sirve con guarnición a elección entre papas al horno, ensalada de rúcula y parmesano o ensalada mixta. La sugerencia es pedir un vino de su amplia selección u optar por cervezas artesanales de elaboración propia.